Tartan Roof, cocina en las alturas.

Otro de los sitios altamente cotizados de este verano (ya ha llovido, es lo que tiene dejar cosas pendientes) ha sido “Tartan Roof”. Lo de altamente va con doble sentido, tanto por la dificultad de reservar (era imposible que te cogieran el teléfono, al final reservamos un día que pasábamos por allí) como por su altura en sí. Este restaurante, heredero de “Tartan”, está situado en la azotea del Circulo de Bellas Artes. Las vistas a la calle Alcalá, Cibeles y Madrid en general son para no perdérselas. Ademas, resulto que la comida no está mal, así que la combinación en una buena noche de verano es perfecta. Para ser honrados, nosotros fuimos demasiado a final de verano y hacia un poco de fresquete a última hora: no hay problema, disponen de mantitas para los más frioleros.
Os pongo una de las espectaculares vistas que se disfrutan desde el restaurante, sacada de su web:

La cena en si transcurrió entre raciones a compartir. Una vez más en este verano probamos la ensaladilla del lugar, en esta ocasión enriquecida con cangrejo y aguacate. De nuevo la moda de todo muy picado. No estaba mal, pero me gustó más, por ejemplo, la de Los Gallos.

Pedimos también las Patatitas con piel, huevo de codorniz, escabeche de pato, cebollitas y alcaparrón con vinagreta rota de mahonesa morada. Demasiado nombre quizás para una ensalada de patata que no tuvo demasiado sabor.

Muy ricos los taquitos de lubina fritos en harina de garbanzo con curry rojo thailandés y arroz jazmín. Yo ya sabéis que soy un incondicional del curry, con lo que a este plato iba ganado.Mas que taquitos eran tiras, pero bueno...

Y por último una brocheta de panceta a baja temperatura, anguila, huevas de tobiko y copos de atún. Rica y sabrosa, con la panceta muy tierna.

Los tamaños en general no son especialmente grandes, pero para una cena con eso acabas bien. De postre nos pedimos un Elvis Waffle Sandwich, una especie de doble gofre a modo de bocadillo relleno de plátano y crema de cacahuete. Rico pero chiquitillo, aunque llenaba.

Con las cervezas y coca colas de rigor se fue la cosa a los 35 por persona. Pagas el sitio, obviamente. Ah, un detalle: a la azotea se puede subir aunque no vayas al restaurante, aunque hay que pagar entrada abajo. Pero si tienes reserva no hay que pagar. Lo digo porque a nosotros abajo nos dijeron que no teníamos que coger entrada y al subir la persona que vigilaba la azotea nos pidió la entrada diciendo que aun con reserva había que pagar. Luego preguntamos a los del restaurante y nos confirmaron que no, que esa persona no estaba informada correctamente. En definitiva, con reserva no se paga.

Casa Encarna, o pedir como los ricos.

A ver si os ha pasado. Vais a un restaurante, veis la carta y el camarero os comenta "fuera de carta tenemos berberechos empanados al cabrales y una excelente lubina con higos chumbos confitados". Y te dejan así, pensando en si pedirlos o no pedirlos pero siempre sin un dato básico: el precio. A mi nunca me lo dicen. Pero es igual, tu pides como los ricos, sin preocuparte del precio y apañao...No suelen irse mucho respecto al resto de la carta. Pero vamos, que nos la jugamos...

En "Casa Encarna", en Atienza, hemos tenido una variación de ese tema clásico. En algún sitio vi que tenían menú del día. Llegamos, nos sentamos y nos dicen: "De primeros tenemos bla, bla, bla y de segundos bla, bla, bla". Elegimos lo nuestro y a comer....sin saber el precio!!!

Vamos a lo comido. Fuimos contundentes en los primeros. Por un lado unos garbanzos con almejas bien de cocción, correctos de sabor sin tampoco ser la caña. Y si me apurais, un pelín fríos.Pero bien.

Por otro lado unas judias pintas, mejores, más sabrosas. Supongo que más de la tierra, que lo que es almejas no creo que abunden mucho por allí.

De segundos para mi una deliciosa gallina en pepitoria, de carne super tierna. Sin embargo, el arroz blanco que se ve en la foto era INCOMESTIBLE. Duro y compactado. Ni me lo comí ni me queje, ya que tampoco lo echaba en falta, pero supongo que fue un fallo de cocina o un reaprovechamiento muy poco acertado.

Para Laura unas chuletitas fritas correctas, con sus zonas crujientitas que se agradecen.

De postres nos ofrecieron una lista y elegimos un par de ellos, ni me acuerdo. Total, entraban en el menú...Pues no, señores: no habia menú del dia!!!! Al pedir la cuenta cada plato y cada postre iba con su precio. Razonables, entre los 9 y los 12 euros todos, y los postres 3 euros...pero desde luego no esperabamos sumar esos treintaypico euros con las bebidas incluidas en esa comida...Y nos costa que no fuimos los unicos en no preguntar, vimos alguna cara de sorpresa aparte de las nuestras. La comida fue buena, el precio algo menos, pero lo peor la sensación de "nos la han colado doblada". Lección aprendida, que os sirva a vosotros también.:)

De tapas por Prosperidad 2013

Una año más hemos acudido a la llamada de la ruta de Tapas por Prosperidad. Este evento es muy de altibajos, y ha habido años mejores y peores. Este año es de los buenos y el tema dura hasta el dia 25, asi que es para aprovecharlo.
La novedad este año es que, en teoría, cada local aporta tres tapas, de las cuales una de ellas está dedicada a una región, provincia o zona. Como esa elección ha sido voluntaria para cada local, suongo que el querer defender bien esa zona que ha elegido ha subido el nivel general. La tapa, con vino, cerveza o refresco, 3 euros.

Empezamos por La Ría (para direcciones y demás datos, recomiendo ir a la página del evento y descargarse el tríptico con el mapa y las tapas de cada bar : TAPAS POR PROSPERIDAD). Ahí cayeron unas cañas con una racioncita de lacón, correcta y una de pulpo a la plancha, rico pero escaso...No hay que olvidar que son tapas, pero veremos que las hay más y menos generosas.

Teníamos claro que ibamos a acabar por los de la calle Pradillo, pero de paso paramos en el Universo, para tomarnos unas tostitas de anchoas con verduras, que fueron un acierto. Un par para cada uno, muy bien.

Llegando ya a Pradillo teníamos claro que Evboca no nos iba a defraudar y así fue. Bajo nombres algo raros, dedicados en principio a la Costa del Sol, probamos los tres que tenían. Primero "Illo, dónde está mi pisha", una especie de mini pizza con porra antequerana, camarones y un queso potente, sobre una base crujiente. Una delicia y un sabor diferente.

Seguimos con el "Caso Malaya". Sobre un bizcocho salado muy denso, paletilla, tomate y unas gambitas salteadas.

Y finalmente un Springbull, que tienen en carta habitualmente, una especie de rollito de primavera relleno de rabo de toro, con una salsa de granada.

En el Rinconcito de Juan, viejo conocido nuestro, sabíamos que triunfariamos. Además, es el único que cogió Madrid como zona a representar. Para ello hace una interpretación del bocata de calamares típico, con unos calamares fritos con mahonesa de wasabi y un mollete hecho en el propio local de pan con tinta de calamar. El resultado tan bueno que fue la única tapa que repetí.Ganadora de la noche.

No dejamos de probar el resto de las tapas de este local, siguiendo con las minihamburguesas con salsa chimichurri, perfectas de punto.

Y los crepes de rabo de toro.

Ya rindiéndonos sacamos fuerzas para ir a probar unos que nos habían parecido curiosos y no defraudaron, la empanada de caracoles y el arancini de arroz negro, calamar y salsa tártara. Esto último era una bola frita de arroz negro con calamar frito, una bomba. La empanada, muy curiosa y sabrosa.

Fuimos alternando vinos blancos y cervezas, y al final se nota un poco la carga, pero con las tapitas se aguanta bien. Como podéis ver, un muy buen nivel, no os lo perdais, que quedan 4 días!!!!

Sita, tirando de Kviar.

Últimamente estamos volviendo a tirar de Club Kviar para las reservas con un 30% de descuento. Vimos que habían añadido un sitio nuevo que tenía buena pinta y para allá hemos ido. Además relativamente cerquita de casa.
El sitio se llama “Sita”, en la Plaza de Manuel Rodrigo, 7 (Madrid). Las fotos de la web engañan un poco respecto al tamaño. Es más chiquitito, con una zona de sofás cómoda, para tomar copas y otra de mesas contigua, no muy grande, como para unas 10. Se acabo llenando. Sábado, eso si. Agradable, con una decoración curiosa. El servicio correcto, sin demoras, aunque con algun detallin de inexperiencia, como traer la botella abierta (se ofreció a abrirme otra sin problemas, aunque no hizo falta), no apuntar la comanda y fiarse de la memoria, con lo que le tocó volver para confirmar o preguntar si nos cambiaba los platos tras el primer entrante, cuando la salsa de yogur en cada uno de ellos lo dejaba claro.
Tras decidir que me iba a fundir un Ribera con algo de barrica que no recuerdo, pasamos a elegir y degustar los siguientes platos.
Unas samosas vegetales con yogur y menta. Razonablemente bien, correctamente especiadas y bien crujientes. Lo cierto es que las masas fritas de ese tipo es raro que no pasen la prueba. Con la salsita muy apropiada.

Seguimos con un foie micuit caramelizado con tostas. Estaba muy bien de sabor, pero extrañamente duro. Por un momento pensé que podía estar congelado y que no lo habían sacado de la cámara con tiempo, pero no, no estaba tan frío. Raro, pero rico, con una mermelada casera ligera y agradable.

De segundos yo iba con el antojo del steak tartar. Me gusta que me lo aliñen a la vista o que me dejen a mi los aperos para aliñarlo yo, pero no me importo mucho: el punto estaba perfecto, de pimienta, sal y un toquecín picante. Riquísimo. Eso si, visualmente era exactamente el mismo plato que el anterior!!! Es un detalle tonto, pero no cuesta nada darles un punto diferente con unas hojas, un detalle, no se…De hecho no hice foto, no se por qué, pero imaginaos el anterior con carne de tartar en lugar del foie.
Para Laura un abundante cuscus con verduras, del que yo me comí fácil la mitad. A pesar de que el plato podría resultar pesado, no lo era, y con la salsa y las verduras estaba muy bien.

Por picar un poco de la carta de postres pedimos una tarta de queso. Presentada en un vaso, resultó estar realmente rica. Sin excesos de dulce y con un toquecito creemos que de canela. No me va mucho en las tartas de queso pero en esta quedaba bien.

Con el 30% de descuento, se nos quedo la cosa en poquito menos de 30 euros, con el vino y las cocacolas incluidos…Al menos yo salí muy saciado, el cuscus sobre todo es grande...Nada mal!!!

Urkiola Mendi en Madrid Exquisito y la botella "pa mi solo"

Sigo tirando de cosas que tengo que contar y que, por lo que sea, se me han pasado un poco de tiempo. Lo malo de ésto es que a veces se me pasan detalles interesantes y eso es una lástima. De "Urkiola Mendi", en la calle Arturo Soria 51 (Madrid) recuerdo aparte de la buena cena una anécdota con el vino. Tras pedirlo y constatar el camarero que sólo y otomaría vino, me comento que no habia problema, que lo que sobrara me lo prepararía para llevar. Le dije que me lo pensaría, pero que al final de la cena veríamos lo que había sobrado...Como habitualmente, sobro nada. Soy muy burro funciendome una botella yo solito en una cena de aperitivo, entrante, primero, segundo y postre? Yo digo que no, pero igual es que soy muy chuzo...:) Se admiten opiniones y experiencias.

Bueno, al tema: la cena está enmarcada en las Jornadas de Madrid Exquisito, que deja a 30€ bebida apare unos menus muy interesantes. Este realmente estuvo bien.

Empezamos con una Royal de foie gras, croqueta de jamón y hongos salteados a modo de aperitivo. Mira que me gusta el foie y las setas....No podía fallar, muy rico y con una bonita presentación.

Como entrante un pisto con langostinos a la bilbaína. Langostinos es langostino, solo había uno. El conjunto estaba algo seco. No estaba mal de sabor pero no me acabo de convencer.

Bastante mejor el primer plato, unos chipirones en su tinta sobre migas crujientes de panceta ibérica sabrosos, con un buen punto de sal y muy muy negros...Para los amantes de la escatología ese tinte se transmite durante al menos un par de días, asi que no asustarse...:)

El segundo principal fue la hamburguesa de buey gallego a la brasa y sus guarniciones. Muy bien de punto y de sabor, con el toquecito ahumado de la brasa, pero qué triste presentación!!!

Lo mismo a nivel de presentación se puede decir del postre, que fue gotxua, un postre tradicional de bizcocho, nata, crema pastelera y caramelo. Muy rico, ciertamente, pero de nuevo la presentación muy normalita. Pero vamos, ya sabéis que a mi, si me dan bien de comer, lo de la presentación es opcional...:)

Con el precio de salida de 30€ por persona, con el vino y las cocacolas nos fuimos sobre los 40, creo que bastante bien. Hay que aprovechar este tipo de jornadas siempre que se pueda.

Se busca Monstruo de las Galletas!!!

Aunque lo normal es que en estos tiempos no hagan más que ponernos cada vez más lejos la edad de jubilación, otro tienen más suerte. Por fin parece que aquel monstruo de las galletas que animó nuestros Barrios Sésamos se da de baja.
Chips Ahoy ha lanzado una campaña para buscar ese nuevo monstruo que ha de ser capaz de comerse unas Chips Ahoy! Big&Chunky, la galleta más grande de su gama y motivo de esta campaña.
Ya tienen finalistas: Willy y Tocho...Asi, entre nosotros, parece que Tocho como nombre y pinta mola más. El otro es muy Mostruos S.A., me gusta menos

Este es Willy:

Y este Tocho:

Como lo veis?

Para más datos de esta curiosa campaña, teneis unos videos en:
http://www.youtube.com/watch?v=FabvNjrN5fM&feature=youtu.be

Celebración de aniversario suegril en El Paraguas

Como parte de la sorpresa de cuarenta aniversario de mis suegros, sus hijos tuvieron a bien invitarles a una señora cena. Y oye, uno que es de acople fácil para allá que fue también. :) El lugar elegido fue “El Paraguas”, en la calle Jorge Juan, 16 (Madrid). El local es impecable, muy bonito, de estilo más bien clásico pero con gusto. Como íbamos 10, además pudimos disfrutar de un reservado.
Aunque la cena en general fue de altísima calidad, en un sitio tan especial se miran un poco más ciertos detalles y por ello comentaré algún puntito negativo entre mucha positividad. Y ninguno en cuanto a la comida en si: fuimos de un acierto a otro, con platos realmente ricos.
Tras pedir (puntito negativo 1: carta sin IVA), nos trajeron como aperitivo un salmorejo con un trocito de bogavante…creo…(puntito negativo 2: no nos presentaron dicho aperitivo). Muy rico y siempre agradable para abrir boca.

Pedimos unas raciones al centro para compartir, unas de croquetas de fabada, finas, de sabor suave y con un buen rebozado.

Por otro lado, unas colmenillas con foie. Qué cosa más rica y sabrosa!!! Potentes y profundas, quizás no para todos. A mí me encantaron.El plato no es llamativo pero son espectaculares.

De segundos disfruté de una deliciosa merluza con caviar de oricios, con un punto perfecto del pescado y plena de sabor.

Otros segundos en la mesa fueron la lubina con vieiras a la lima, otra delicia con las vieiras apenas marcadas.

O unas albóndigas de rabo de toro.

Como había quien ya había ido, pidieron dos raciones de fabada, para compartir entre cuatro. Ya habían estado en pareja y cada ración da para tres platos!!!.

Fabes tiernas, con el compango presentado en un plato aparte. Eso si: puntito negativo 3: la racion habitual da para dos y repetir uno.

Pues dos raciones debería dar para 4 y repetir 2. Pues dio justo para los cuatro platos. Vamos a ver, esta bien que pidiendo para uno coman dos, obviamente, pero tratarte diferente si pides para dos o para cuatro, pues no está bien.



A los postres yo comparti con Laura una torrijas con crema de leche. Ahí si que hicieron bien el reparto, una para cada uno, de buen tamaño, que no hubiera impedido que me hubiera zampado las dos. Son un acierto, con un puntito de anis, muy buenas.

Tambien se vieron unas clasicas islas flotantes de merengue, que no desmerecieron.

La comida, con sus vinos, cervezas y demás, se fue a unos …no lo puedo decir, que fue sorpresa.:). Eso si, ultimo puntito negativo: no invitaron al chupito de pacharan que pedimos (3) para acabar la cena...Detallitos...