Echando la vista atrás, no recuerdo unas fiestas navideñas
en las que haya zampado mucho más que en éstas pasadas. Ha sido un no parar. El
peso se ha disparado y me he quedado prácticamente en los límites de mis
camisas más amplias. Hay mucho trabajo que hacer para llegar dignamente a este
verano!!! Pero bueno, se ha disfrutado y mucho, y al menos eso ya no nos lo
quita nadie.
Uno de los sitios de buen disfrute ha sido “El Mercado de
Espronceda”, en la c/ Espronceda 28 (Madrid). Disfrute doble, ya que estuvimos
en la comida de Navidad y en la cena de Reyes, con las respectivas familias. No
somos muy de repetir sitios, así que como imaginaréis, nos gustó mucho. También
a su favor el poder reservar con Club Kviar, que oye, un 30% de descuento es
muy jugoso. Eso si, sólo tengo fotos de uno de los días, aunque más o menos se
repitieron los platos.
A los entrantes estuvieron presente siempre las patas de
pulpo a la brasa, plato que está ahora en un gran porcentaje de restaurantes.
Las servían con un alioli aparte. Muy bien cocidas y el punto de la plancha
perfecto.
También se repitieron ambos días una especialidad de la casa, las alcachofas a la
plancha, así, con un toquecito de sal y aceite y poco más. Muy ricas. De estas
no hay fotos, pero las ponen abiertas como una flor. Tampoco hay fotos de las
croquetas de boletus, normalitas, o de la tabla de quesos, que no estaba mal.
Obviamente estoy poniendo lo que tomamos ambos días, no penséis que todo fue el
mismo…aunque seríamos capaces…:)
De segundos se pidieron mucho los chipirones a la plancha
con cuscús de verduras. Una delicia, grandes, tiernos, con un toque de brasa.
También hubo repeticiones con el risoto de arroz venere con
setas, trufa y teja de parmesano. Sabroso en su guisado y con el arroz más
entero que blando. Muy del gusto de la mayoría.
De los que no tengo foto, a destacar la hamburguesa, enorme
y con un sabor muy potente, quizás demasiado para las fechas en las que
estamos. Y el carre de cordero con costra de aceitunas. Tampoco hay imágenes del
steak tartar que me pedí yo el segundo día, que te lo aliñan al momento a tu
gusto y que estaba realmente rico, sazonado perfecto.
Si vas en plan búsqueda de carne, la verdad es que tanto el
corte de chuletón de buey, presentado como entrecot o el solomillo con foie y
PX son un acierto.
En el apartado de las pastas, se probó por un lado la
lasaña. Toda una bomba. Estaba rica pero la ración era para campeones.
Por otro lado, como sugerencia del dia, unos ravioli de yema
de huevo y trufa. Super-ravioli, venían dos enormes con una yema en cada uno.
Muy correctos.
Para los postres no hubo sorpresas con el coulant, bien
preparado y con un chocolate de muy buen sabor.
La tarta de manzana hecha al momento tampoco defraudó, aunque tampoco muy sorpresiva
Y finalmente, el más raro, un soufflé de queso con helado de
vainilla. El soufflé rico pero poco dulce, que combinándolo con el helado daba
un resultado perfecto.
No tomamos vino ninguno de los días, tirando de cervezas y
refrescos en general. Y ambos días, con el descuento, apenas se llegó a los 30
euros por persona, muy, muy recomendable.
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