martes, 12 de abril de 2011

Fin de semana en Ordesa.

Si bien hace un par de post comentaba que a veces los planes improvisados salen a pedir de boca, no menos cierto es que, cuando planeas algo con mucha antelación, da más gustito aún que todo vaya rodado. Y así es como ha resultado este pasado fin de semana. Con el hotel reservado desde hacía más de un mes, quién nos iba a decir que iba a ser posiblemente el 9 de Abril más soleado de los últimos años en Ordesa. Hacia allá nos fuimos con los cuñaos Marina y Ángel con la idea de hacernos el camino desde la pradera a la Cola de Caballo en el circo de Soaso. Desde Madrid es un paseíto y desde luego la carretera no ayudó demasiado. Incontables (bueno, incontados) tramos de obras a lo largo de la A-2. Pero bueno, íbamos con tiempo y ganas, así que sin prisas y a 110 cuando se podía.
Llegada al hotel Edelweiss en Torla, último pueblo antes de la ruta prevista. El pueblo es precioso, casas de piedra, apenas 300 habitantes, de fondo las montañas, al lado, el río. De postal. El hotel, perfecto para su función, limpio, económico, un buen desayuno y personal muy amable y simpático. Así da gusto.
De la excursión poco que decir que no digan las imágenes. Perfecta temperatura, poca gente por lo tempranero de este buen tiempo, mucho agua en los saltos y cascadas y aún nieve en las laderas. Una delicia.

Mirad que cascadas.



Mirad las Gradas de Soaso.



Y el circo, al final del camino casi.



Y desde ahí, mirando atrás, la ladera, aún medio cubierta, en la que se distingue la Senda de los Cazadores que ya recorrí con los de Alcatel otro año.Dura!!



Y al final, la Cola de Caballo.



Y como no, la comida. Ahí voy bien aprendido: enorme bocadillo de jamón iberico con tomate rallado y aceite de oliva virgen extra preparado en el momento. Tocando el cielo...:)



Y como no hay esfuerzo sin recompensa, ya íbamos sobre seguro para las cenas. Había reservado ambas noches en “El Duende”, viejo conocido de visitas anteriores. Tan bien como siempre. Local con muchísimo encanto, con las paredes en piedra vista, un servicio sorprendentemente rápido y un menú difícil de igualar. Por 19,95 euros incluye primero, segundo, postre y bebida (yo me ventile cada noche una botella del tinto de la casa, muy digno: el primer día para almacenar reservas. El segundo, con la excusa de recuperar fuerzas…:))
Ambas noches me cené de primero las alubias con oreja y chorizo, aderezadas con guindillas encurtidas. No podéis dejar de probarlas.



Grandes éxitos fueron los crepes de espinacas con pasas y piñones, el pastel de cebolla con crema de tomate y jamón...



... el arroz cremoso de langostinos, carabineros y vieiras...



... la ensalada de salmón ...



...y la morcilla con manzana y confitura de tomate como primeros, según qué día.



En los segundos probamos el lomo de buey,



la pierna de cordero con puré de patatas al PX,



el pato confitado,



las albóndigas de ternera… No hay ningún plato que puedas decir que no esté delicioso.



Los postres, igualmente espectaculares. Yo repetí ambos días el coulant con helado, pero probamos también la tarta de manzana con su helado, el yogur con melocotón, el flan de queso con helado de piña…Todo rico y además abundante. Y por ese precio?. Un lujo.



Un gratísimo fin de semana en buena compañía. En el diccionario, en la definición de “desconectar” debe salir algo parecido a estos días en Ordesa…

3 comentarios:

  1. Es que es fantástica la zona... yo fui en verano, y repitiendo, que ya es la tercera vez que iba... y deseando volver a ir. Maravilloso!!!! :-)

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  2. IMPRESIONANTE. Efectivamente desconexión total. Un lugar increible, con una compañía increible. Gracias amore!

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  3. Que suerte tuvisteis con el tiempo, en mis visitas nunca vi tanto sol.

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