martes, 24 de febrero de 2015

Y ahora buffet: Sake.


Viene muy a mano este post para completar el anterior. Si hablábamos de las bondades de los pajos/asiáticos tradicionales, hoy toca la contrapartida: un buffet. Cierto es que no es un buffet típico (ya habéis visto unos cuantos por aquí), sino un buffet a la carta, de los que no tienes que levantarte, sino que pides y te van trayendo. Ventaja principal respecto al buffet clásico? Todo el tema fritura de llega recién hecho. Y en general, el que te presenten las cosas emplatadas le da otro empaque al comer al por mayor.

Éste que os comento, “Sake”, en la calle Arte, 14 (Madrid) tiene la ventaja (o el peligro) de pillarme al lado de casa. La sala es amplia, cómoda, con una gran cristalera y en verano, terracita. El precio del buffet es de 17,95+iva, bebidas no incluidas. En general, con una par de cervezas, sale al final por 25€. Veamos qué podemos comer por ese precio, en comparación con los 30 del otro japo tradicional.

Lo único parecido entre lo que pedimos uno y otro día es el sushi. Se nota la diferencia de calidad, pero aun así, es digno. Pedimos un california roll con su aguacate y demás. Lo dicho, digno.
También es maki, pero con otro concepto, el crispy sushi, makis de pato ligeramente rebozados y fritos. Muy de gordos…:)




Las frituras de este sitio me gustan bastante. Los rollitos de marisco me gustan casi más por su textura, como de hilos fritos, que por su sabor en sí. Siempre repito.

Los rollitos vietnamitas vienen con su hoja de lechuga y su hoja de hierbabuena. Más normalitos.

Bien los de buey (bueno, buey, lo que se dice buey….) con verduras, poco más que un rollito de primavera con algo de carne picada. Eso si, siempre recién frititos. Y muy refrescantes los rollitos nem, con su pasta de arroz blanda rellena de vegetales y gambas.

Interesantes los langostinos rebozados en salsa de lima. La salsa es un poco mermeladosa, pero un langostino rebozado esta bueno siempre!!!
Las brochetas de gambas, bueno, sin pena ni gloria, pero con buen punto.

Mejor el pato loncheado, la verdad es que esta rico con su salsita. También pedimos siempre la lubina teriyaki, pero no le hice foto. Te ponen el pescado a la plancha con esa salsa. El dia que hay suerte te ponen directamente el lomito desespinado. Otras, medio pescado abierto.
De los palos de las ensaladas, sopas y arroces y tallarines aun no hemos probado, pero también tienen. Me parece un sitio bastante honrado por ese precio y teniendo en cuenta que el límite es la dilatación de tu estómago...:)

jueves, 19 de febrero de 2015

Japoneses de "pay per view" frente a buffets: Nipon Taro


Tengo que reconocer que tras el descubrimiento de los buffets asiáticos me cuesta horrores meterme en un japonés “de pago”. El concepto sushi a destajo por 15 euros hace que te pienses el pedir en un japonés de carta 8 makis por 10, 15 o más euros. Pero cuando vas, y el sitio es bueno, entiendes por qué esas diferencias de precio. La calidad se paga y se nota (importante sobre todo lo segundo, que sin ello lo primero no mola).

Todo esto viene a que fuimos este fin de semana a “Nipon Taro”, en la calle Serrano 213, Madrid. En realidad la entrada esta mas bien en la calle Victor Andrés Belaunde, pero bueno… Si buscáis en Google lo veréis. También en Google dice “sushi bar giratorio”. Eso debió ser antes de la reforma. Reforma que ha dejado unas mesas digamos normales, otras que son pequeños reservados en el centro del local y unas, muy curiosas, que simulan estar sentados a ras de la mesa, aunque en realidad hay agujero para las piernas (mejor ver). Muy bonito todo.

Y más bonita la comida. Las presentaciones, aun en platos diferentes, son un poco iguales en tres de las cuatro cosas que pedimos. Las raciones, generosas para lo que suele ser un japonés. Iniciamos la batalla con un tartar de salmón a la trufa. Raro que un japo incluya la trufa entre sus ingredientes. Gran sabor, corte fino del salmón. No pega en estos sitios pedir pan, pero unas tostaditas finas le habrían ido que ni pintadas.


Seguimos con un pez mantequilla con aguacate, también en crudo, con una salsa fina. Muy agradable.


Los makis de atún a la parrilla marcan esa diferencia que comentábamos entre el sushi “a destajo” y las cosas de calidad. Una delicia, el arroz perfecto, no frio, sino ligeramente templado. Ni siquiera usamos soja, el sabor que tenían la hacía innecesaria.
 

Acabamos con unas bolitas de langostino meloso, de las que me habría comido otra ración, tiernos por dentro, ligeramente crujientes por fuera y con una salsa que acompañaba perfectamente.
 

Con dos cocacolas y dos cervezas Asahi nos fuimos a los 30 por persona. Para mí lo valieron aunque por ese precio pudiera ir  dos veces a hartarme de sushi industrial…J

domingo, 15 de febrero de 2015

Dionisos, comida griega muy de actualidad.

Mucho se está hablando de Grecia estos días, pero ha sido una coincidencia el que mi cuñado celebrara su cumpleaños en un griego. Nunca había estado en ninguno, asi que la experiencia prometía. Se eligió el restaurante "Dionisos", en el Paseo de la Castellana, 89, Madrid. Esta un poco escondido, ya que en realidad no da a la Castellana.

El local en si es sencillo, muy en balnco encalado y con algunos bancos corridos aparte de las mesas pequeñas. Es cómodo. La carta es bastante variada y como íbamos muchos, probamos bastantes cosas. De antemano decir que nos sorprendió para bien. Aparte de de buenas raciones, sabores muy logrados. Nunca se sabe si es así en Grecia, pero nos gustó. Lo que no me gusta nada son los nombres. Como para acordarse. Y en la web no viene la carta, así que tratará de describir lo mejor que pueda.

Pedimos un par de surtidos de entrantes, que traían hummus, puré de berenjena y otras cuantas pastas del estilo para untar. También traía pequeños hatillos de hoja de parra rellenos de arroz, muy sabrosos. Con esto ya cayó el primer cesto de pan de pita, que es un vicio.

Pedimos un pulpo a la brasa, correcto pero que  creo que debe estar ya en el 99% de las cartas de los restaurantes. Aun así, picamos porque nos gusta. Y no estaba mal.También probamos un queso frito con salchichas especiadas. El queso no tenía demasiado sabor, pero la salchicha lo apoyaba bien.


Entre los segundos, unas enormes porciones de musaka, que estaban muy buenas además. El tamaño me permitió atacar a las de otros.


Yo me pedio un estofado de cerdo con una salsa de yogur que me gustó mucho, acompañado con arroz.


Se disfrutó también de unos hojaldres de pollo y un plato de cordero a la brasa. En general el nivel nos pareció muy bueno, no hubo plato que no le diéramos salida.



A los postres hubo mucho yogur griego con miel, que lo cierto es que estaba rico.Yo me agencié un pastel de cabello de ángel con helado de vainilla que era una bomba de dulce.
Con las bebidas y café, aunque está mal cotillear la cuenta cuando invitan, salió sobre los 200 para 8 adultos y dos niños que se zamparon menús infantiles. Así que en realidad, sin contar los menús, veintipoco por persona con truco, eso sí, que íbamos con el descuento de El Tenedor.