domingo, 19 de febrero de 2012

Regalitos: Gin Mare vs Broksman's

Una me la han regalado y otra la he regalado yo. Ciertamente el tema del gintonic como bebida de moda sigue en auge. Me sorprende ver esos lineales de los supermercados con variedades de más de 20 ginebras a nada que sea un super de tamaño medio. Lo dicho, de moda y se vende. Curiosas (o no tanto) las diferencias de precio. Cada vez mas pongo en cuarentena los pretendidos descubrimientos "gourmet" de "El Club de Gourmet" (ECDG) del Corte Ingles. Hay que reconocer que las nuevas tiendas que han abierto son realmente llamativas (las GOurmet Experience), muy como luz para polillas gastronómicas como yo. Pero muchas de las cosas que allí se venden también las tienen en supermercados menos...premium, por decirlo asi. Ya me advertía un lector en la entrada del Lagavulin y bien pude comprobarlo: 25% mas barato en Alcampo que en ECDG. Lo dicho, muchas veces sólo encuentras algo ahí, pero asegúrate de que es así.
Bueno, yo a lo que iba era al bebercio, no al comercio. Dos ginebras he probado últimamente, una por regalada y otra por recibida. Muy diferentes y las dos bien ricas. Por un lado Brocksman's, ginebra inglesa pero poco inglesa, con una sensación importante de dulzor (para ser ginebra, claro) que incita a los pelotazos un poco más cargados de lo habitual. Un gran aroma, fruto de los diez productos botánicos que lleva en su destilación. Si te descuidas la puedes usar de perfume.:)


La otra ,la Gin Mare. Más seca, con un punto de tomillo que te lo pone en la etiqueta y al buscarlo lo encuentras claramente. Un catador de verdad no necesitaría que se lo dijeran, ya que se nota mucho. Yo prefiero que me den la pista...:) Es española, y la definen como ginebra con alma mediterránea. Aparte del tomillo, anuncian la oliva, el romero y la albahaca como aromas principales.


Ambas deliciosas, ambas entre los 30 y 40 euros por botella. Bonitos regalos, si señor. Y más cuando estás para abrirlos con el regalado...:)

martes, 14 de febrero de 2012

Las amigas del cochinillo: pintas con más cerdo.

Al cochinillo del post anterior le acompañaron unas ricas judías pintas con la aportación del papá o la mamá del cerdito. Chorizo, morcilla, panceta y oreja. Para los que estén dudando, efectivamente fue una cena, no comida. Y lo cierto es que a pesar de la enjundia de ambos platos y el abundante riego en tinto, la noche fue tranquila y dormí cual lirón. Estas judías me reconciliaron con las legumbres tras el fiasco de las verdinas. Simplemente estuvieron al fuego 2 horas y media frente a la eternidad de sus verdes hermanas.


Y decir que me he acostumbrado últimamente a la sana (según quien lo diga) costumbre de usar panceta en lugar de tocinos. La parte magra de la misma la convierte en bocado delicioso una vez bien cocida. Por eso interesa que la panceta tenga buena parte de chicha.

Judías pintas con variaditos de cerdo (para 12, con buen apetito)

800 gr. de judías pintas.
Una oreja de cerdo troceada
4 morcillas asturianas
4 chorizos
3/4 Kg. de panceta cortada en tiritas.
Una cebolla pelada partida a la mitad
4 dientes de ajo
4 tomates
4 hojas de laurel
Sal
Harina


Se tienen en agua las judías desde la noche anterior. Se escurren y se dispone todo en la cazuela, pinchando los chorizo y las morcillas. Se cubre con agua fría y a cocer. Quita en lo posible las espumillas que se formen. Dos o tres veces añade un vaso de agua fría cuando esté el tema en ebullición, para “asustar” al guiso. La leyenda dice que hace que queden más tiernas las judías. La cocción se llevará, como comentaba, unas 2 horas y media.


Pasado ese tiempo rescata en lo posible la cebolla, los tomates, un par de los dientes de ajo y mezclados con una buena cucharada de harina pásalos por la turmix mezclados con unas cucharadas de caldo de la cocción. Echa este mejunje de nuevo a la perola, para que ayude a dar cuerpo. Corrige ahora de sal y deja cocer 15 minutillos más. El disfrute está listo!!!


martes, 7 de febrero de 2012

Cochinada 2012

Una “pedrada” del amigo Juan Carlos, que comentó en el foro de amiguetes de Corepo por algún buen sitio donde comer cochinillo propicio una nueva noche de entripada, risas y copas. Lo cierto es que no hace falta mucho para encender la mecha y la idea de hacer un buen cochino, tierno por dentro, crujiente por fuera, atraía bastante.
Tras dar unas vueltas por la red, al final nos quedamos con la versión más sencilla y que dio un resultado tremendo.


La trilogía agua-sal-manteca y al horno rato largo.
El horno fue un pequeño hándicap. Era muy pequeño en altura, tanto que las dos bandejas que metimos, una para cada medio cochinillo, estaban prácticamente pegadas, así que nos toco de vez en cuando poner la de abajo arriba y la de arriba abajo. Supongo que el abrir el horno alguna vez de más hizo que el tiempo de horneado fuera más largo de lo habitual, pero el resultado valió la pena. El resultado y la quemadura que me hice en un dedo al manipular tanto las cosas. Una herida de guerra sin importancia. Más sufrió el cerdito!!!

Cochinillo asado o tostón, para 6 hambrientos.
Un cochinillo de 4 kg y medio de calidad, en mitades.
Sal
Agua
Manteca


Se sala sin miedo el cochino y tras ello se masajea con la manteca por todas partes, arriba y abajo. El tema del salado sin miedo es porque al final el interior de la carne no pilla esa sal, así que compensa. De todos modos, la salsita sobre la carne ya cortada es perfecta para solucionarlo. Varias recetas recomendaban darle la vuelta al cochinillo a mitad de cocción, proteger la carne del contacto de la bandeja poniendo maderas o ramas de laurel… No le dimos la vuelta en ningún momento: siempre con la piel hacia arriba. Eso si, le metimos en plan ñapa unas bolas de papel de aluminio para que la chicha no reposara directamente en el metal. Dale unos cuantos pinchazos por la piel aquí y allá, para que no se formen demasiadas burbujas de grasa. Protege con papel de aluminio las orejas y el rabo, para que no se chamusquen. Añade un vaso de agua a la bandeja, sin mojar la piel del cochinillo. De tal manera se mete en el horno, a 150 grados, durante 2 horas, con solo calor abajo. Igual depende del horno, pero nosotros necesitamos incluso dos y media. Cada media hora cambiábamos las bandejas una por la otra y regábamos con el juguillo que iba saliendo. Tras eso, sube la temperatura a 220 durante 20-30 minutos. Es lo que dará el crujiente. No se trata de tostar usando el grill, sino que el aumento de temperatura dore la piel.Tras ese rato, este es el resultado.


Nos metimos unas serias raciones y parece que gustó, visto lo que sobró. Y eso que de primero nos habíamos metido unas judías pintas protagonizadas por el padre del cochinillo, viandas tipo chorizo, morcilla, oreja…La receta en el próximo post, chupada.
Esta es la ración que me fundí yo. Tremendo, oigan. Interesante salsear con el jugo que suelta la carne interior, pero la corteza, esa que no la toque, que cruja!!!



Y aquí el grupo, satisfecho tras la entripada, tras las judías, el cochinillo y 5 botellas de buen vino…:)


Y a la espera quedamos del próximo capricho de cualquiera de los comensales. Un nuevo y delicioso reto nos espera!!!


domingo, 5 de febrero de 2012

Las irreductibles verdinas

En nuestro pasado viaje a La Alberca me deje convencer de las excelencias de las verdinas, esa legumbre chiquitita, tipo alubia, de un verde claro pero llamativo. Me vendió el vendedor (de ahí su nombre) que eran gran delicatessen, que quedan de sabor suave y que estaban de vicio con guisos marineros. Por ejemplo, langostinos o almejas. Me dejé convencer y me lleve medio kilito, para probar. Y con toda la ilusión, una docena de gambones y medio kilo de almejas, me animé a hacer esta receta, basada en esta otra de Directo Al Paladar

Verdinas Eternas con Gambones y Almejas (para 8 personas)
½ Kg de verdinas.
16 gambones
½ Kg de almejas
1 cebolla grande
5 dientes de ajo
4 tomates
Una cucharada de tomillo
Azúcar
Una pizca de pimentón dulce y otra de picante (a mi casi me sobraba, el sabor estaba muy bien sin ellos)
150 ml de vino blanco
Aceite
Sal


Del mismo modo que las verdinas me fueron vendidas por el vendedor, el vino con el que las cociné y con el que tenía pensado acompañarlas fue este albariño, Lolo. Para los gurús del marketing, que siempre están a la caza de las tendencias y estrategias de venta, decir que este vino lo compre por algo digno de estudiarse: nombre y diseño de etiqueta. Fue ver esos perros dibujados sobre fondo azul y ese nombre, Lolo, y fui expresamente a compra dos botellas simplemente porque me hacia gracia. Y es que hacia algún mes me llego una tontuna de esas de Youtube, ahora tristemente desaparecida, en la que un tío le brindaba un hip hop a su perro Lolo, con líneas tan inspiradas como:

“Tengo un perro que se llama Lolo… lólolololo-lólolololo,
Tiene un añito solo… lólolololo-lólolololo
Le gusta chuparse el chirindrolo… lólolololo-lólolololo…”

Al cantarlo es importante marcar bien todas las silabas, los acentos y poner cara de malo. Pues eso, que me pillé un par de botellitas del sin par y flexible Lolo, que resultan estar muy bien, por menos de 6 euros cada una.


Bueno, chorradas aparte, inicie la receta, como mandan los cánones, el día anterior, poniendo las verdinas en remojo toda la noche.
A la mañana siguiente, lo primero es hacer el caldo. Para ello pela los gambones, que reservas aparte y pon cáscaras y cabezas en una olla, junto con dos tomates picados, la cebolla igualmente picada, 3 dientes de ajo pelados y machacados, un chorro de aceite y una pizca de sal. Añade como litro y medio de agua y pon a hervir, como media hora. Tras ese tiempo pasa por la batidora todo el mejunje y cuélalo. Quedará una sopa/caldo de lo más apañao. Ya estaba rico por si solo!!
En la cacerola en la que vayas a hacer el guiso por un poco de aceite de oliva a calentar y añade las almejas. Riega con el vino blanco y cuando empiecen a abrirse las almejas, añade picados los dos dientes de ajo que faltan. No las dejes mucho rato. En cuanto estén abiertas retíralas y en ese juguillo que habrá quedado con el ajo y el vino añade picados los dos tomates que faltan, junto con un poco de azúcar y un poco de tomillo. Deja que se rehogue 5 minutillos y añade entonces las verdinas y el caldo. Que tiene que cubrir de sobra las verdinas. Y dejar a fuego medio. La receta original decía que más o menos hora y cuarto más tarde esas verdinas estarían tiernas, listas para comer. En ese momento se añadirían los gambones y las almejas, se dejaría 10 minutillos más y a gozar.
El porqué del título de la entrada es que empecé la receta a eso de las 10:30 y a eso de las 11:30 ya estaban las verdinas cociendo. La teoría decía que sobre las 13:00, más o menos, estaría la cosa. A esa hora, al menear con la cuchara, sonaban como piedras al chocar con ella… Bueno, lo dejaría un poco más y ya estaría. A las 14:00 la cosa seguía prácticamente igual. Bueno, estaba viendo a Nadal jugando la final del Open de Australia, así que estaba entretenido, aunque ya entraba hambre. A las 15:00 seguía jugando Nadal, en el que ha sido el partido mas largo de una final de Grand Slam de todos los tiempos. Nadal aguantaba como podía. Las verdinas, sin embargo, seguían tan fuertes como hacia dos horas. Tuve que empezar a añadir agua, ya que aquello se secaba, en un momento determinado la concentración del caldo era tal, que me entro miedo de lo salado que estaba y añadí unas patatas para que la absorbieran (por cierto, quedaron riquísimas). Añadí agua varias veces porque el caldo casi desaparecía…Yo que sé…fácil dos litros más…Y aquello seguía duro. La envidia de la viagra.


A las 17:30 horas, nada menos que 6 horas después de empezar a cocer, decidí rendirme. Aquello estaba comestible, aunque las hijaputas de las verdinas, culmen de la suavidad y la mantecosidad, aun estaban enteras. Añadí los gambones y las almejas y apague el fuego…Vamos a ver, el sabor era muy bueno, algo fuerte (vamos, pues anda que no estaba concentrado tras todo ese hervor). Lo que debió fallar fueron las legumbres. Estaban pasadas, eran las de adorno de la tienda? No lo sé, solo se que 6 horas mas tarde, con Nadal ya rendido después de darlo todo, ahí seguían, aguantando…. Si alguien conoce que pudo pasar, que avise. Eso si, solucionado ese tema, el resto está para chuparse los dedos.