lunes, 26 de octubre de 2015

Swagat, especiado y picante restaurante indio.

Llevaba ya tiempo sin volver a un restaurantes indio y lo cierto es que éste no ha defraudado. Reserva un viernes por la noche en Swagat, en Núñez de Balboa 29, Madrid. Restaurante a medio gas, no se puede decir que estuviera lleno. Y no será por méritos, porque lo cierto es que la comida nos encantó a todos.
Tras unos entrantes de tortas de lentejas fritas con tres salsas, atacamos a unas samosas rellenas de carne y unas pacoras vegetales, bolas fritas de verduras y harina de garbanzo. Bien sazonadas y crujientes ambas propuestas, ideales para abrir la gala.


De segundo, junto a una variedad de panes, unos con ajo y otros con mantequilla, optamos por unos cuantos platos de curry junto al arroz pilau para acompañarlos. Por un lado cordero, el plato especial del mismo, con un curry especiado y suave. Por otro, un pollo korma con leche de coco, tierno y nada agresivo. Yo me pedí el pollo vindaloo, que en la carta aparece como muy picante. El camarero me advirtió de que era MUY picante y que si ya lo habia probado. En otros sitios si, y en casa tambien lo había hecho. Aún así insistieron dos veces más en que era MUY picante. Casi me entró miedo!!! :) Efectivamente , su nivel de picante fue muy, muy alto, pero estaba sabroso y poco a poco fue cayendo, junto a las patatas y el arroz que lo acompañaban. Pero vamos, que si no sois superfans del picante, mejor algo un poco menos furioso.


A los postres, unas bolas de leche en almíbar, muy dulces y esponjosas. Y un curioso postre a base de zanahoria azucarada y especiada con helado de vainilla. Muy rico.


Con unas cuantas cervezas, aguas y cocacolas, no llegó a los 30 euros por persona y salimos muy bien cenados...y yo con la boca bien calentita.

lunes, 22 de junio de 2015

Manzana Mahou: tremenda experiencia con David Marcano.

Bien saben los que me conocen que la cerveza ha de ser Mahou. Que me gusta probar otras cervezas? Me encanta. Que dado un momento me puede apetecer algo diferente? También. Pero mi cerveza de cabecera es sin duda Mahou. Y justo ha sido Mahou quien nos ha ofrecido una experiencia única en su Manzana Mahou, de Alonso Martinez. Bajo el titulo “Fogones de Madrid”, hemos tenido la oportunidad de participar en un evento que ha recreado varios platos del imaginario madrileño, con demostración incluida, de la mano de David Marcano (del restaurante Marcano, en la calle Dr Castelo, 31, que ya esta fichado, vamos a tener que ir si o si…:) )



Aforo reducido, apenas ocho afortunados, que vimos, mientras degustábamos unos aperitivos que consistieron en aceitunas gordales rellenas de Bloody Mary y unos mejillones en escabeche caseros, como David, todo un crack de cocinero y persona, nos iba adelantando los platos, iba haciendo algunas preparaciones y nos hacia participes de la cocina, dejándonos aliñar el atún de la ensalada o, más tarde, dándole al soplete para el sashimi de merluza. Muchísimos matices de los platos se me pierden, pero haré lo que pueda.



El menú fue largo y bastante potente en algunos puntos. Por suerte contábamos con suministro ilimitado de Mahou 5 Estrellas para que la cosa entrara bien!!!
Empezamos, ya en la sala de degustación, con un matrimonio clásico, de anchoa y boquerón, con patata puentenuevo. Ideal de tapa en cualquier sitio.



Seguimos con una brocheta de gamba blanca al ajillo con un caldo de sopa de ajo deliciosa.



Tras ello, el homenaje al bocata de calamares, un mollete oriental al vapor relleno de calamares de anzuelo con mahonesa de lima. Para no parar!!!



Gran sabor con unas migas con morcilla de ternera, con una yema de huevo escondida y unas uvas para aligerar un poco.



Aligeramos un poquito más con la ensalada que incluía el atún marinado por nosotros mismos en la previa (por mi parte lima, jengibre y soja), al que David añade un toque para el aliño en el último momento. Menudo atún!!!



Delicioso y divertido el homenaje al besugo a la madrileña, un sashimi de merluza con unas chips de patata, al que se le daba un puntito de calor con un soplete y luego se le añadía aceite caliente en el que se fríen al instante ajo y perejil.



A estas alturas ya íbamos bien servidos, pero los dos últimos platos fueron superpotentes. Gracias a Dios estoy entrenado, pero no todos llegaron. Una menos que un canelón relleno de callos a la madrileña, con bechamel y el caldo de los callos. Una bomba, melosos, de esos que luego se te pegan los labios.



Y rematamos con una albóndiga de rabo de toro en tempura, tan sabrosa como el anterior plato e igualmente contundente.



Curiosamente todo el mundo decía que no podía mas, pero el postre, la torrija de brioche con helado de leche merengada voló de los platos, grandísimo final para el evento.



Obviamente, que menos que agradecer a Mahou el poder participar en el evento y a David Marcano el haber hecho del mismo todo un éxito de sabor y de saber.

martes, 16 de junio de 2015

Pollo a la Mahou 5 Estrellas.

Aprovechando el ambientillo que da en casa tener de fondo Masterchef, vamos a poner la sencilla receta del pollo a la cerveza de este fin de semana. La cerveza que useis cuanto más suave, mejor. Yo, como no tengo otra (ni quiero) use Mahou 5 estrellas. El tema es que da un puntito muy leve de amargor que igual te evitas con otra más fina.

Muslos de Pollo a la Mahou.

7 u 8 Muslos de pollo (hay uno escondido en la parte de cazuela negra que no se ve)
Una cebolla grande cortada en pluma.
Dos dientes de ajo grandes, cortados en laminas.
Un buen chorro de aceite
Una cucharada sopera de harina
Sal y pimienta
Una cucharada de café de tomillo seco
Media pastilla de caldo de pollo
Una lata de nuestra adorada Mahou
Medio vaso de agua


No vamos a inventar la rueda. Usar un cacharro amplio como el de la foto (es el chacharro de arriba). Sofreír la cebolla con el aceite. Cuando empiece a estar traslúcida añadir los muslos, el ajo, el tomillo y salpimentar. Cuando los muslos empiecen a tomar color, añadimos la harina y damos unas vueltas. Añadir la lata de cerveza (no de la nevera, no hagáis gasto innecesario, coged de las que no estén frias) y el medio vaso de agua. Dejar cocer a fuego medio 30 minutos, dando vueltas de vez en cuando por si la harina se nos pega.
Receta que da muy poca guerra y deja una salsa de toma pan y moja.

miércoles, 22 de abril de 2015

Echan la caña y los peces picamos: A Tarte

A pesar de vivir en compañía del mundo de la publicidad, siempre he sido bastante escéptico respecto a su eficacia. Realmente compramos lo que nos venden? Cuántas veces vemos un anuncio y nos hace gracia, lo recordamos pero no qué es lo que anuncia? Es más, diría que nos gusta pensar que tenemos una personalidad arrolladora y que no hay quien influya en nosotros. Dueños de nuestras decisiones.
Pues si…Fue ir paseando por el Corte Inglés de Orense y de repente, de reojo ver un kiosquillo con unas tartas. Seguimos andando pero 10 metros adelante me digo “Coño, esas tartas salían en el periódico”. Llegas, las ves y tienen porciones a 1,95€. Sacas los dos euretes y cuando te quieres dar cuenta, ya eres un pez más. No un pez. Un pescado. El cebo en cuestión fue algo llamado A Tarte  , una tarta de almendras importada de Portugal que se ha puesto de moda, literalmente de su web “la almendra que soñaba ser tarta”. Y las ves aquí y allí y al final, pues eso, la miras de reojo al pasar y picas. (foto de su propia web)

 
Lo cierto es que es una tarta sorprendente, pese a la mezcla de almendras y toffe no es pesada ni empalagosa. Tiene un punto de sabor a tostado, incluso salado (dentro de lo dulce) que hace que aunque debe ser una bomba calórica te puedas comer una racioncita totalmente a deshoras como hice yo. Por si os interesa picar también, las venden, aparte de en las puertas de supermercado del Corte Inglés de Orense, en el Mercado de San Miguel. Pececitos, pececitos….!!!

lunes, 20 de abril de 2015

Acertando con L'artisan

De cuando en cuando seguimos las recomendaciones de Club Kviar. En general nos han funcionado bien. Y ésta ocasión ha sido de esas. Hay que tener en cuenta que partes con la ventaja del 30% de descuento, y eso en algunos sitios hace mucho a favor de que la comida se disfrute más.
Elegimos para una comida de sábado L’Artisan, un restaurante definido como francojaponés en la calle Ventura de la Vega, Madrid. Apetecían sabores frescos y comida poco pesada. Todo eso lo tuvimos.
El local, muy chiquitito y alargado, sin grandes pretensiones, muy funcional. Había pedido la reserva en la planta de abajo, pero a medio día estaba cerrada y me dijeron que con Kviar, además, no daban mesa en esa zona (¿). Simplemente es más bonita,. Pero lo cierto es que nos dieron una mesita justo en la puerta, en la que corría el aire de la calle, se podía cotillear y ciertamente por esas cosas de la vida nos pareció con encanto.


 
Nos pedimos de entrantes la degustación de best sellers: un plato que incluia una fresca ensalada de manzana y aguacate, un tartar de chicharro deliciosamente aliñado, complementado con un poco de puré de berenjena, unos makis ricos aunque sin mayor historia, unas sardinas en tempura rellenas con albahaca de las que me hubiera comido 15 y un ceviche de corvina perfecto de punto, con su toquecito picante. Todo sabores muy suyos, que apetecía mucho.
Contra toda la estadística ambos cogimos pescado de segundo. Laura el Pez mantequilla, tierno, sabroso y nada pesado.Para mí un riquísimo pez limón a la parrilla, con un risoto de lima y berros que en sí era un plato rico ya. Ambos pescados fueron un acierto.
De postre compartimos una paulova de fruta de la pasión, dulce y ácida a la vez, buen punto final a una gran comida. 
Con su tres cervezas y dos cocacolas (y el descuento), unos 25 euros por persona pagados con mucho agrado, una comida diferente. Lástima de fotos, la que ilustra el post es de Internet, que muestra la entrada... perdí las de los platos, pero al menos queda la referencia.

jueves, 16 de abril de 2015

Exito asegurado en Luarca: El Barómetro.

Prácticamente siempre que hemos ido a Asturias nos hemos pasado por Luarca. Es un pueblo con mucho encanto, con su paseo por el puerto, un cementerio que hay que visitar (si, es muy bonito!!!), y el Aula del Mar, que aunque ahora creo que está cerrada era curioso, ya que tienen calamares gigantes, algunos de más de 10 metros de largo tentáculos incluidos!!! (foto sacada de la web de Cepesma). Buena ración sale de ahi...



Pero lo que nunca nos perdemos en Luarca es la visita a “El Barómetro”, en el paseo del puerto. Un sitio chiquitito que ya descubrimos y que con ésta ya van cuatro visitas. No se nos ocurre ni intentar probar otro sitio. En fin de semana o vacaciones imprescindible reservar….o presentarte a comer a las 12:45 como hicimos esta vez nosotros…:) Cometimos el error de no reservar con tiempo pero lo solventamos así. Dice mucho que no sólo estuviera lleno, sino que la mesa mas grande (dentro de lo pequeño que es el sitio) fuera de gente del pueblo celebrando algo. Si van los del propio pueblo, ya se sabe, van sabiendo lo que hay.
Nosotros vamos siempre por la fabada o las fabes con almejas, infalibles. En esta ocasión disfrutamos de ambas. De entrante unos chipirones fritos, extratiernos.



De segundo, fabada para Laura, fabes con almejas para mí. Te ponen un pucherito para servirte (en la foto el de fabada). De cada uno de ellos salen tres platos hermosos!!!! Yo me puse tibio, hasta el punto de luego no cenar. Me tomé, en este orden, un plato de fabes con almejas, uno de fabada, uno de fabes con almejas, uno de fabada y uno de fabes con almejas. 5 platitos, oiga!!! Para habernos matado. Doy gracias a Dios (y el resto de la población de la zona debería hacerlo) porque no me dieran gases…habría sido mortal!!! :)



De postre, un deliciosos flan de queso casero. Todo esto con unas cervecitas y cocacolas por 20 euretes por persona. Es uno de los imperdibles!!!!

martes, 14 de abril de 2015

Yakitoro, Chicote en acción.

Por sorpresa de Laura visitamos el restaurante que el mediatico Alberto Chicote ha abierto hace nada (bueno, hace nada cuando escribí la crónica, pero entre que perdí fotos y demás, esto fue el verano pasado!!!!). Se llama “Yakitoro”  , que por lo visto es un juego de palabras entre yakitori, que son las brochetas de pollo a la parrilla japonesas y el muy español toro.
El sitio al entrar sorprende por varios detalles. La cocina esta tras una cristalera a la vista: después de tantos programas de Pesadilla en la Cocina, como para no tenerla disponible para echarle un ojo. Luego tiene varias parrillas de buen carbón distribuidas en la sala, donde los cocineros van preparando las especialidades que lo requieren. Otra curiosidad son las mesas, que tienen una apertura central llena de hielos, para mantener frías las bebidas, especialmente las cervezas internacionales, mientras comes.
Ciertamente nos vino bien tener esos enfriadores, porque en cuanto a los tiempos de servicio, fue un poco en casa de herrero, cuchillo de palo. Entre que pedimos y llegó el grueso de lo pedido, transcurrió algo más de tres cuartos de hora, en los que solo comimos una sardina. Anda que no ha montado Chicote pollos por eso en los restaurantes que visita!!! Tardamos un poco en quejarnos porque parecía que estábamos jugando a imitar el programa, pero tras 40 minutos largos ya dimos el toque. Algún problema debió haber con nuestra comanda porque tras reclamarla en seguida llegó todo.
Curiosamente he perdido las fotos de los platos, pero si conservo esta otra, supermajo el tío...:)
 
 
 
Así que de las viandas, solo descripción:
  • Primero esa sardina, con pan rustico y aceite de mar. En su punto, casi se deshacía en la boca.
  • La tortilla con cebolla y alioli, rematada ligeramente en la parrilla, era curiosa.
  • Muy recomendable el bocata de panceta y pepino, servido en un mollete de pan japonés blanco.
  • El pincho de cocido madrileño, chorizo, tocineta y zanahoria, con su caldo, bien, aunque creo que estaría  mejor en caliente que en frio.
  • Bien las albóndigas de cerdo lacadas con miel de romero.
  • Para acompañar no dejéis de pedir el puré de patatas meloso y las patatas fritas en tempura con salsa de sésamo. Tened en cuenta que todas las raciones son pequeñas (también los precios) y que viene bien un acompañamiento para no solo disfrutar, también llenar…:)
  • Caímos en probar los postres y fue todo un acierto. Por un lado el riquísimo helado de fresa y wasabi, crema de chocolate y galleta de jengibre. Ojo, refrescante pero el punto picante se nota. Así que cuidadín con lo que nos gusta a la hora de pedir.
  • Por otro lado el crumble de manzanas con helado de vainilla, bien dulce, más clásico.
 
Salimos del sitio contentos por unos 20 por persona con las cervezas y la coca cola.

domingo, 12 de abril de 2015

Tierra Astur, no apto para ir sin hambre.


Como podréis imaginar, la buena comilona de la entrada anterior fue costosa de bajar. Paseo por Oviedo con buena temperatura, visita a algún pueblecito cercano…Pero lo cierto es que no fue suficiente. Llegué a la cena con el hambre más bien justa. Y eso en Asturias se paga. Por varias recomendaciones nos acercamos a Colloto, pueblo muy cercano a Oviedo, a un polígono industrial donde hay una sucursal del restaurante Tierra Astur. Hay otro en pleno Oviedo, en la calle Gascona, más chiquitito. Pero el de Colloto, en mitad de ese polígono (punto negativo) es espectacular por dentro (punto positivo). Enorme, con botellas de sidra decorando el techo, barriles enormes dentro de los que hay mesas para seis personas. Y un ambientazo tremendo (nos costó salir del mogollón que había en la puerta cuando nos fuimos!!!)
La carta, apabullante, muy extensa. Y nosotros sin hambre. Pedimos lo que pensábamos que no sería demasiado. Media tabla de quesos asturianos. La madia tabla resulto ser bastante abundante, variando del queso suave al potente Cabrales o el picante Afuega’l pitu.


Pedimos también la degustación de tortos, unas “ligerísimas” masas de harina de maíz fritas, que se sirven generalmente con picadillo y huevos fritos. Con la llenazón que llevábamos, yo veía la foto de la carta, con ese torto que llevaba un huevo encima, deseando casi que fueran huevos de codorniz. Los cojones!!! Eso es Asturias!! Nos llegaron cuatro tortos para cada uno, coronados cada uno por pisto, morcilla, picadillo y huevo frito (de gallina, claro) respectivamente.
 
 
Se hizo lo que se pudo, que se tradujo que me zampe el de huevo echándole el picadillo encima, para ….aligerar, por decirlo de alguna manera dejándome un torto y enteros el de morcilla y el de pisto. Ricos están, pero era lleno sobre lleno.Mucha cara amenazante pero no pudo ser.


Como estaría el tema para cenar con coca zero en lugar de sidra en una sidrería, estoy mayor…:) Con las bebidas, la cosa se fue sobre los 20 por persona. La de cosas que se quedaron sin probar. Para otra ocasión con más hambre.

jueves, 9 de abril de 2015

Ensalada templada de garbanzos, hinojo y naranja.

El hinojo es una de esas cosas que apenas uso al cocinar porque no le acabo de ver el sitio, pero que me encanta: aroma, textura, ese sabor anisado. Pues en Cocina con Ana vi en su momento una receta que me gustó y se ha aprovechado el cumpleaños de Laura para perpetrarla.



Ensalada templada de garbanzos, hinojo y naranja.
Un bote grande de garbanzos cocidos
Un bote de aceitunas negras sin hueso
Medio bulbo de hinojo.
Dos naranjas
Mezcla de lechugas
Aceite
Sal
Pimienta negra y comino entero y molido.

Se pelan las naranjas a ser posible en plan restaurante fino, quitándoles la piel. Se cortan en rodajas y estas rodajas por la mitad. Se corta el hinojo como si fuera cebolla para ensalada, en pluma. Se sacan los garbanzos del bote, se lavan para quitarle el sabor del juguillo de conservación y se reservan. Se pone una sartén a calentar, sin aceite. Ahora algo peculiar, se pasa a la plancha la naranja. Lo justo para que coja un poco de colorcito por cada lado y. Tras haber planchado toda la naranja, se reserva aparte se añade a la sartén una cucharada de aceite y se saltea el hinojo. Poquito, que quede un poco crujiente. Sacar y reservar. Otro chorrito de aceite y se saltean los garbanzos con las aceitunas, añadiéndoles sal, pimienta negra molida y comino entero y molido al gusto. Yo hecho bastante.
 
Para servir, en una fuente se pone una cama de mezcla de lechugas y se aliña con un poco de aceite y sal. Encima se ponen los garbanzos y aceitunas calientes y se adorna elegantemente(eso lo pensé luego, que habría quedado bien, yo mezclé todo)  con las rodajas de naranja y el hinojo. Un chorrito más de aceite y a comer.

martes, 7 de abril de 2015

180 C: Asturias diferente.

Esta semana santa hemos revisitado zonas de Asturias y conocido alguna nueva. Entre las novedades, Oviedo, que aun no lo conociamos. Muy recogidito, permite visitarlo con tranquilidad paseando. Nos vino bien, porque mucha fue la comida que tuvimos que bajar!!!
Nada mas llegar, tras dejar la habitación del extraño hotel Ayre, teniamos reserva en el restaurante 180 C, en c/Jovellanos 25, Oviedo. Ya teniamos en mente visitas a sitios más tradicionales, asi que aqui optamos por buscar algo más moderno. Tiramos del menú degustación, de 36 euros, que con las bebidas (un blanco fermentado en barrica y las cocacolas) se fue a 46 por persona.

Empezamos con la Crema de guisantes con torreznos, plato agradable, sin más.



Mejor la Ensalada de palometa roja en ceviche de maracuyá con maiz, bien acidita, pero con el toque del maracuyá y el aporte dulzon de la crema de maiz y el crujiente de algunos kikos por ahí sueltos.


Deliciosa Tortilla 180C, una especie de deconstrucción tremendamente cremosa de una tortilla de setas. Mezclar antes de usar.



Los Dumpling de langostino y costilla con salsa ponzu cumplieron. No especialmente sabrosos, pero la salsa ayudaba mucho.




Ricos los Lomos de bacalao sobre un guiso de sus callos con guisantes y sabadiego. Quizas un punto demasiado hechos, pero bien de sabor.




Mejor de punto la Merluza con romescu (Laura no quería bacalao y se lo cambiaron). Eso si, menos sabor tras la potencia del bacalao cuando lo probé.




El Lechal deshuesado con pastel de patatas,berzas y panceta cerro el apartado de salados con buena nota y ya con la panza bien llena.




Aun bien comidos, no sobró nada de La tarta de manzana 180ºc con helado de vainilla, de nuevo una deconstruccion con los trozos de manzana, una crema vaporosa de vainilla, el helado....rico, rico.



En fin, que empezamos más que dignamente nuestro periplo de semana santa. Como se puede ver, nosotros lo de respetar la pascua y esas cosas de la carne...como que poco.:)

domingo, 5 de abril de 2015

Cangrejos a medio vestir.

A poco que te guste el marisco, la combinación de este con el rebozado crujiente y una salsa que acompañe te va a encantar. Lo más difícil de esta receta es encontrar el producto. Y es que la base son los cangrejos de caparazón blando. Yo los compro congelados en las tiendas china de la calle General Margallo, en Madrid. No los he visto en ningún otro sitio. El concepto es que son cangrejos a medio vestir. Según crecen, llega un momento en que mudan de caparazón y por un tiempo, el nuevo esta blandito. Ahí es cuando se pescan. Que se gana con eso? Que se come todo, no hay que andar con miramientos, bocado completo y delicioso. Veis esas pinzas y esas patas? Todo para adentro!!!



Cangrejos Crujientes Cajún.
Media docenita de cangrejos de caparazón blando
Harina de garbanzo
Mezcla de especias cajún/curry
Sal
Mahonesa


Se hace una mezcla con harina de garbanzo, un poco de sal, las especias (si no tienes de esas el curry también le va bien) y agua. Tiene que quedar una pasta como la de rebozar tempura. Parte los cangrejos en cuartos. Pon a calentar abundante aceite, pero que no este a tope de calor, tiene que dar tiempo a hacerse el cangrejo antes de que el rebozado se nos queme…:) Y eso, a freir los cangrejos que previamente se sumergen en la pasta de harina de garbanzo y se sacan cuando empiecen a  coger color. Como consejo, una vez que hayas frito todos, dale gas al fuego para que el aceite ahora sí que esté fuerte y deles un golpe de refrito de 20 segundos antes de servir, para que estén más crujientes.
Les va muy bien una salsita de mahonesa aliñada con las mismas especias o curry que hayas usado en el rebozado. O con wasabi, o con soja....Y unas cervezas bien frías.

miércoles, 1 de abril de 2015

Curry para dummies.

Esta receta, que ya hemos repetido unas cuantas veces, es de esas cuya relación éxito-dificultad es altamente favorable. De hecho, mal se te tiene que dar para liarla. La base de todo es un curry japonés con manzana y miel de la marca Vermont. Yo lo encuentro en el mercado de Chamartín, en La Tienda de Miya. Una vez que se tiene, el resto va solo.



Guiso de curry japonés de pollo (para unas 18 personas!!!)
Kilo y medio de contramuslos deshuesados.
Un kilo de patatas peladas y cortadas en daditos
Dos cebollas grandes, al menos como pelotas de tenis.
Un paquete de Curry como el de la foto, entero.
Arroz blanco cocido.

 
Si leéis la receta del envase de curry las cantidades son menores, pero está contrastado que acepta lo que pongo en la receta y queda perfecto de sabor. Se trocea todo el pollo en trocitos cómodos de comer, hay que tener en cuenta que es guiso de cuchara, así que chiquitito. Lo mismo con las patatas, en daditos pequeños. Se pica la cebolla y se pone a pochar en un poco de aceite en una cacerola grande, ha de caber todo. Cuando empiece a trasparentar, se añade el pollo y las patatas. Se da unas vueltas hasta que al pollo se le quite el color crudo y entonces se cubre de agua fría. Se deja cocer media horita a fuego medio. En ese momento se añade el curry. Se disuelve bien, así que no hace falta desmenuzar, solo dar unas vueltas de vez en cuando. Se deja cociendo a fuego lento 15 minutos, se ve el punto cuando empieza a espesar. Y listo…servir con un poco de arroz blanco. Pocas cosas tan ricas y tan fáciles…:)

miércoles, 25 de marzo de 2015

Sala de Despiece, rápido, rápido

Personalmente, aunque pueda parecer lo contrario, no soy especialmente fan de los bares. Quiero decir, ya tengo una edad  y me mola más lo de sentadito y con espacio que el abarrotamiento de las barras de bar.

Sala de Despiece” es un ejemplo claro. El sitio tiene una oferta peculiar, basada en productos de primera, renovándose caso a diario las ofertas. Es muy pequeño para la parroquia que atrae y olvídate de mesas, sillas o similar: barra y turnos esperando para agarrarse a ella, ya que lo que se toma allí no se lleva muy bien con tenerlo en una mano y en la otra una caña. Así que todo va rápido, rápido…
Tomamos unas alcachofas con queso gratinado, un queso muy suave, las alcachofas cocidas perfectamente, tan tiernas que prácticamente se podían comer todas las hojas que te ponen. La ración cunde y es entretenida.



También unos tirabeques salteados, con un aliño de especias ligeramente picantes. Muy ricos, la verdad, tiernos pero ligeramente crujientes



Y  el chuletón cenital, uno de los más vendidos. Un carpaccio de chuletón, que te dejan extendido para que tu hagas manualidades, enrollándolo como se ve en la foto tras untar un poco de tomate, una tartufatta (preparación de setas y trufa) y sal. Realmente rico y pienso copiarlo en casa en alguna ocasión, aunque de forma más asequible. Me explico.  Es curioso porque te pone para cada ración el peso exacto, como si de un mercado se tratara. En este caso son 50 gramos de chuletón…9 euros esa ración, así que a 180 euros el kilo. Chuletón del bueno!!!! :)




La presentación, como veis, es como en papeles de los que te envuelven las cosas en el mercado. Con las bebidas salimos sobre los 20 euros por persona. No es sitio especialmente barato, pero nos gustó lo que tomamos y, que carajo, el sitio está de moda y apetecía probarlo…:)

miércoles, 18 de marzo de 2015

Hamburguesas y bogavantes: Woody Burger&Lobster


En el barrio de Montecarmelo , en Madrid, se han abierto una gran cantidad de bares y restaurantes al calor de un barrio creciente, eminentemente joven . Ya hemos probado unos cuantos locales de la zona, pero por esas cosas de la vida pues no han tenido reportaje. Ya ire poniendo por aquí los siguientes a los que vayamos y en los que repitamos, pero de momento, empezamos por éste. Se llama Woody Burger&Lobster. Si, tan raro como suena. Es una combinación de típica hamburguesería americana en la que añaden a la oferta bogavantes a la plancha y algunos otros productos del mar. Lo cierto es que tiene su gracia y allá fuimos.

Para mí lo principal es un combo para dos personas (39 €) que incluye medio bogagrill con pan de ajo y ensalada de col, una hamburguesa a elegir de las de la carta y bebida (hay refill de refrescos). Los bogavantes no son de los más grandes que haya visto, pero no están mal, tienen buen sabor y sirven de curioso entrante para la hamburguesa.



 Las hamburguesas vienen con un básico al que hay que añadir tres toppings: queso, trufa, rúcula…hay buena variedad. Eso si, aseguraos de que os repitan, para cada hamburguesa, qué toppings han apuntado. La última vez que fuimos no acertaron demasiado. Y no  pidáis queso cheddar…te ponen un poco de salsa de esa de queso de los nachos que la verdad a mi no me pega nada con la hamburguesa.Personalmente yo me pido la hamburguesa de cordero. Tiene un sabor realmente fuerte a cordero y por lo menos se aleja de lo típico.


Los sandwichs son bastante grandes y con mucho relleno, cuesta acabárselos si no vas con hambre…o si yo no acompaño. Y no hablemos de los super perritos...


Tienen un seafood combo que está curioso para compartir, con unas croquetas de bogavante,  unos conos alargados rellenos de gambas al ajillo, calamares, langostinos rebozados…Muy correcto.



Esta última vez pedimos unos mac&cheese, también para compartir como entrante. Ya os digo que el sitio está bien, de hecho hemos repetido y que ese combo de bogavante y burger merece probarse al menos una vez. Pero los mac&cheese son posiblemente el peor plato que he probado en un restaurante: pasta cocida en agua, unos chorretes de esa salsa de queso que comentaba antes y unos trocitos de bacon. En serio, busqué luego recetas y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Un gratinado, una salsa currada, unos quesos aceptables…no se…algo. Ruego encarecidamente no picar en pedirlos.


Los postres tampoco me convencen demasiado, de hecho pedí una tarta de queso la primera vez que me pareció muy sosa, un batido la segunda, caro para el tamaño….y ya no he vuelto a pedir postre. Pero va en gustos, que hay quien siempre se ha pedido y le gusta.
Como punto a favor, por no acabar con este mal sabor de boca, está que para los niños tienen unas cuantas tablets y una pizarras para que jueguen, lo cual está bien.