martes, 19 de enero de 2016

Actualizado el excel con los restaurantes.

He puesto al día el excel con todos los restaurantes visitados por Gourmet de Andar por Casa. Así tenéis toda la información disponible recopilada, con todos los comentarios y unas notas subjetivas.

Os lo podéis descargar en el siguiente enlace:


Para que os funcionen los botones de +info, que son los que tienen los comentarios, tenéis que tener habilitadas en excel las macros. Que os aproveche!!!

domingo, 17 de enero de 2016

La Jefa, que se note quien manda!!!

Igual os parece un dejavu, pero aprovechando la celebración del 22 aniversario, hemos ido a cenar por ahí. Si, efectivamente ya lo habíamos celebrado, pero total, los dos patitos merecen doble celebración. De nuevo un sitio “de revista” y de nuevo, un zasca a mi impresión de que esos no acaban de estar bien. Porque el sitio resultó magnífico.
Se trata del restaurante “La Jefa”, en la calle Recoletos 14, Madrid. Espectacular local, amplio, cómodo y elegante, en verdes y blancos. Su bandera es una cocina de fusión muy bien interpretada y unos precios muy ajustados. Me llamaba la atención casi toda la carta, así que al ver que había un menú degustación por 35 euros nos lanzamos a por él.
De salida, un pequeño aperitivo en forma de sopa fría de jengibre y piña, para ir limpiando las papilas gustativas.



Seguimos con el niguiri-causa de salmón, un trampantojo de niguiri  en el que el arroz es sustituido por patata amarilla y que incluye un salmón pasado por soplete, aguacate y unos hilos de cayena.



Tras el niguiri, la ensalada Som Tam, con papaya verde, langostino salteado (algo chiquitín) y un aliño thai muy sabroso.



El siguiente, un ceviche de caballa muy bien ejecutado, con el pescado casi en el límite de estar muy poco cocido en el jugo. Muy rico.



Espectacular la croqueta de gallina con aji amarillo y emulsión de aceituna morada. Uno de los platos que más nos gustó.



El pescado principal fue un delicioso pez mantequilla ligeramente adobado en especias acompañado de quinoa.



Y a las carnes, una apuesta muy arriesgada. Igual es lo único que os diría que preguntéis si ese plato está incluido en la degustación por si preferís que os cambien el plato., porque es muy especial. Unas mollejas guisadas en salsa de curry picante. Para mí una delicia, ya que me encantan las mollejas, el picante y el curry, pero no es ni un sabor ni una textura para todo el mundo.



El postre quizás algo flojo, una trufa de chocolate en tempura. Parece que no está al nivel del excelente menú, queda un poco pobre.



Tuvieron además el detalle de, por ser aniversario, invitarnos a un cocktail de café muy rico tras el postre.



No llegamos a los 45€ por persona contando las cervezas y las cocacolas. Una relación calidad precio increíble para un sitio, un menú y una atención espectaculares.

miércoles, 13 de enero de 2016

El Perro y la Galleta, de moda....pero con razón.

Para la celebración de nuestro 22 aniversario de noviazgo (bueno, ya no es noviazgo, que ya estamos casados, parece que aún no nos hacemos a la idea…:)) Laura y yo elegimos visitar “El Perro y la Galleta”, en la c/ Claudio Coello, 1 (Madrid). Y lo elegimos con tiempo. Ya he comentado alguna vez que a mí lo de los sitios que se ponen de moda a través de revistas me rechinan un poco. Cuesta horrores reservar (lo habíamos intentado unas cuantas veces sin éxito) y cuando lo consigues vas como en alerta, con expectativas altas. Ese hype



Pues lo cierto es que cumplió muy bien. Salimos bien y abundantemente cenados. Optamos por compartir tres entrantes que al final se demostraron excesivos. Las raciones, que en mi cabeza iban a ser escuetas, fueron todo lo contrario, realmente generosas. 
El tiradito de pez mantequilla con ají amarillo muy sabroso, con el pescado macerado en su punto justo. Plato fresco y agradable.



Tremenda la de berenjena con parmesano, albahaca y tomate, rebozada en galleta. Entrante que podía ser perfectamente un plato principal. Las flautas de pollo nos sobraron un poco. Yo esperaba algo tipo mexicano, enrolladas en algo, y eran poco más que unos fingers de pollo. Eso si, las dos salsitas que los acompañaban muy ricas, una de tzatzki y otra de curry.



Para los segundos Laura opto por uno de los entrantes, un milhojas de patata y huevos con boletus, trufa y jamón. A esas alturas de la cena y a esas alturas de las fiestas navideñas, imposible acabárselo. Estaba rico, pero al final es un plato enorme de dos huevos fritos con todo el acompañamiento. Sobró uno entero que ni yo pude atacar.



Para mi, unos ravioli de gallina y champiñón con parmentier. Algo raro había en ellos. Alguno estaba…crujiente. Muy ricos de sabor pero se me hizo un poco extraño ese crujiente en los bordes, como si tras cocerlos los hubieran pasado por la plancha. No sobró ni uno…:)



No pudimos llegar a los postres, imposible. Con los refrescos de Laura y un vinito que me pedí, un Cinema Crianza, de Ribera del Duero, con mucha acidez, que se agradeció para pasar el cenorrio, nos fuimos a 45 por persona. Como ya digo, no nos defraudó el sitio. Eso si, ya sabéis, reservad con un par de semanas de antelación o igual no pilláis mesa.

domingo, 10 de enero de 2016

El Mercado de Espronceda por duplicado

Echando la vista atrás, no recuerdo unas fiestas navideñas en las que haya zampado mucho más que en éstas pasadas. Ha sido un no parar. El peso se ha disparado y me he quedado prácticamente en los límites de mis camisas más amplias. Hay mucho trabajo que hacer para llegar dignamente a este verano!!! Pero bueno, se ha disfrutado y mucho, y al menos eso ya no nos lo quita nadie.
Uno de los sitios de buen disfrute ha sido “El Mercado de Espronceda”, en la c/ Espronceda 28 (Madrid). Disfrute doble, ya que estuvimos en la comida de Navidad y en la cena de Reyes, con las respectivas familias. No somos muy de repetir sitios, así que como imaginaréis, nos gustó mucho. También a su favor el poder reservar con Club Kviar, que oye, un 30% de descuento es muy jugoso. Eso si, sólo tengo fotos de uno de los días, aunque más o menos se repitieron los platos.
A los entrantes estuvieron presente siempre las patas de pulpo a la brasa, plato que está ahora en un gran porcentaje de restaurantes. Las servían con un alioli aparte. Muy bien cocidas y el punto de la plancha perfecto.



También se repitieron ambos días una especialidad de la casa, las alcachofas a la plancha, así, con un toquecito de sal y aceite y poco más. Muy ricas. De estas no hay fotos, pero las ponen abiertas como una flor. Tampoco hay fotos de las croquetas de boletus, normalitas, o de la tabla de quesos, que no estaba mal. Obviamente estoy poniendo lo que tomamos ambos días, no penséis que todo fue el mismo…aunque seríamos capaces…:)
De segundos se pidieron mucho los chipirones a la plancha con cuscús de verduras. Una delicia, grandes, tiernos, con un toque de brasa.



También hubo repeticiones con el risoto de arroz venere con setas, trufa y teja de parmesano. Sabroso en su guisado y con el arroz más entero que blando. Muy del gusto de la mayoría.



De los que no tengo foto, a destacar la hamburguesa, enorme y con un sabor muy potente, quizás demasiado para las fechas en las que estamos. Y el carre de cordero con costra de aceitunas. Tampoco hay imágenes del steak tartar que me pedí yo el segundo día, que te lo aliñan al momento a tu gusto y que estaba realmente rico, sazonado perfecto.
Si vas en plan búsqueda de carne, la verdad es que tanto el corte de chuletón de buey, presentado como entrecot o el solomillo con foie y PX son un acierto.





En el apartado de las pastas, se probó por un lado la lasaña. Toda una bomba. Estaba rica pero la ración era para campeones.



Por otro lado, como sugerencia del dia, unos ravioli de yema de huevo y trufa. Super-ravioli, venían dos enormes con una yema en cada uno. Muy correctos.



Para los postres no hubo sorpresas con el coulant, bien preparado y con un chocolate de muy buen sabor.



La tarta de manzana hecha al momento tampoco defraudó, aunque  tampoco muy sorpresiva



Y finalmente, el más raro, un soufflé de queso con helado de vainilla. El soufflé rico pero poco dulce, que combinándolo con el helado daba un resultado perfecto.




No tomamos vino ninguno de los días, tirando de cervezas y refrescos en general. Y ambos días, con el descuento, apenas se llegó a los 30 euros por persona, muy, muy recomendable.

miércoles, 6 de enero de 2016

Tates, explorando Montecarmelo

Montecarmelo está siendo una fuente importante de novedades para nosotros últimamente. Hay que reconocer que la oferta que tiene de restauración es bastante amplia y que, en general, no nos hemos llevado ninguna mala impresión. Aprovechando la mudanza de mis cuñados a su casa en la zona, acabamos siendo invitados a "Tates", en la calle Monasterio del Escorial 26 (Madrid). Es una hamburguesería chiquitita muy a la americana.

Disponen de una buena variedad de hamburguesas tanto por preparación como por carnes usadas: ternera (en algún caso mezclada con panceta), cerdo, pollo...o incluso no carne, como en la de atún.

Nos pedimos para cuatro el super combo de entrantes que la verdad es que hace bien la función. Quizás demasiada patata frita para alguien que no puede parar de comerlas...:). Incluía alitas, nachos y fingers de queso



De segundos hamburguesas a discreción y un gran perrito caliente. La mía fue una hamburguesa de ternera con bacon con salsa chimichurri y piña, que estaba realmente buena, muy bien tanto de punto como de sabor.



El perrito caliente no lo probé, pero para que os hagáis a la idea de la pinta, lo pongo:



No pedimos mucho postre, solo una tarta de queso realmente meritoria, gran ración y gran sabor. Los precios, en el entorno de los 9-10 euros las hamburguesas.

domingo, 3 de enero de 2016

Metro Bistró, segundo round

Feliz 2016 a todos!!! Este año pasado va a pasar a ser el de menor actividad de GDAPC. Lo cierto es que nos hemos establecido en una inercia de ir a alimentarnos más que a disfrutar, tirando mucho de VIPS, Hollywood y esas cosas. Que no están mal, pero no van a aportar nuevas experiencias, dese luego. También es cierto que cuando intentamos hacer una reserva para ir a algún sitio más especial que hayamos visto en alguna revista o algún blog, nos encontramos que Madrid está saturado a la hora de elegir restaurantes "de moda". Olvídate de tener mesa un viernes o sábado si no has reservado la semana anterior al menos. Y eso a nosotros que somos mucho de impulso, de "y si salimos a cenar?", nos mata, nunca hay mesa.
Tuvimos suerte con el de esta semana, ya que conseguimos reserva en "Metro Bistró", en la calle Imperial 3 (Madrid), al lado de la Plaza Mayor. Ya había estado en el de Templo de Debod e iba con buenas expectativas. No decepcionó el menú, aunque la mayoría de los platos yo los había probado ya. El local es menos íntimo que el de Devod, con una decoración más del estilo actual en blancos, morados y dorados.
Tras un aperitivo en forma de mojito de apio y unas mantequillas especiadas, empezamos con un menú de cinco platos y dos postres. Abrió el desfile una crema de calabaza con un rulo crujiente relleno de torta del Casar. La crema muy ligera, como si la hubiesen emulsionado.



El segundo serían las ortiguillas, crujientes, con un tartar de algas variadas. Ya las había probado en el otro restaurante, pero me volvieron a sorprender, esa textura y sabor peculiares. Como sabía que a Laura no le gustarían, avisamos y a ella le pusieron unas croquetas de boletus muy ricas.



Seguimos con una escalibada coronada con anguila ahumada en la que cada una de las verduras había sido tratada de manera diferente: asadas, encurtidas, secas... Se acompañaba con una salsa romescu. Un plato fresco, apetecía.



Tras las verduras, uno de los clásicos del lugar, la Perla Negra, una vieira sobre arroz venere cocido solo con agua y salteado en mantequilla y una salsa Ras El Hanout. Quizás le faltaba un poquito de sabor, aunque estaba bien de punto.



Acabamos con unos tacos de presa con rulos de lombarda, en una salsa agridulce. Agradable pero no sorprendente. La carne en su punto pero algo fría.



Los dos postres muy correctos, empezando por el canelón de piña con semifrío de yogur y salsa de mango, con su puntito de acidez que se agradecía a estas alturas.



El segundo, contundente, una degustación de preparaciones de chocolate: trufa “Bombón”, semi-frío con pimienta Sansho-Ko, ganache Peta Z y mousse de cacao



Con cervezas y cocacolas para beber y un cafetito, la cuenta se fue a los 45 euros por persona, una relación calidad precio muy buena.