lunes, 23 de diciembre de 2013

Quesito rico!!!

Aun no he encontrado un queso que no me guste. Pueden ser de más o menos calidad, pero no gustarme no ha ocurrido. Además no tengo ni siquiera un perfil definido: me gustan tanto suaves como fuertes, curados o tiernos... Nunva tuve problema con los quesos azules, que a mucha gente el olor les tira para atrás. En fin, que soy quesero.
Asi que comparto con vosotros este queso que mi Tio Paco, que nos surte de cositas deliciosas cada dos por tres, nos trajo de una feria del queso en Candeleda. Un queso de cabra en rulo poco cuajado, de hecho al partirlo, como veis, llega a derramarse un poco sin llegar a salirse.Un sabor marcado a ese tipo de queso, sin ser demasiado agresivo.


Por suerte, mis ansias de abrirlo no acabaron de destrozar del todo la etiqueta y cuando quise mirar, aún se podía reconocer de dónde venía, por si os interesa.



Está elaborado por Rosana Golvano, Plaza de la Hojarasca 11, La Solana (Ciudad Real). Queso viajero que acabo en la feria de Candeleda y de ahi hasta Madrid a mi nevera...y para adentro!!!


viernes, 20 de diciembre de 2013

Mazapán casero algo macarra..

Muy propio de estas fiestas, hemos probado a hacer mazapán en casa aprovechando una tarde con los sobrinos. Al final, una vez hecha la masa, es como estar jugando con plastilina, haciendo formas que luego encima te vas a comer. Miré unas cuantas recetas por ahí a ver cuál me convencía. Muchas aromatizan con vainilla, amaretto, ralladura de limón u otras historias. Hablan de la finura de la harina de almendra, que ha de ser mucha y de usar azucar glass. Lo cierto es que a mi el mazapán industrial no me va mucho. Y parte es por esa sensación de masa uniforme. Así que me fié de otras fuentes y usé ésta:

Mazapán Casero:

300 gramos de almendra molida
300 gramos de azucar
2 huevos
Dos cucharadas soperas de agua.

Se separan las yemas de las claras. En un cacharro amplio echamos la almendra, el azucar y las claras. Se amasa todo hasta que queda hecha una pelota de masa uniforme y moldeable. Si las claras son muy pequeñas, igual necesitaréis humedecer un poco más la masa, de ahi esas cucharadas de agua, pero son optativas. Añadid un poquito e id viendo. Lo normal es que no hagan falta.



Y a moldear. Panecillos, corazones, caracoles...lo que se os vaya ocurriendo. Podeis usar cortapastas para hacerlos con formas. Yo hice este de la foto, un mazapan un poco macarrilla de una calavera (o una medusa, según opiniones). Se ponen las formas sobre una bandeja de horno con papel de cocina para que no se peguen y se pintan con las yemas de huevo. Y al horno precalentado a 180 grados, poco tiempo, unos 10 minutos o menos, vigilando en cuanto se pongan doraditos por arriba, que ya estarán.

martes, 17 de diciembre de 2013

Las costillas más tiernas.

Soy fan declarado de los costillares a la barbacoa de muchas de las cadenas típicas (Tony Roma's, Ribs, Hollywood...). Y alguna vez las he hecho en casa. El sabor, juntando salsas barbacoas diversas y aliñando de manera extra con azucar, miel, vinagre, cocacola (si, buscad por el blog), hierbas u otras cosas más o menos se consigue. Pero la textura se me resistía. Eso de que se despeguen del hueso, supertiernas y jugosas...En casa se me resecaban un poco o me quedaban duras. Pero hace poco vi por ahí un truquillo, lo he puesto en juego y el resultado es perfecto. Tan sencillo como tirar de la olla superrápida.



Costillas de cerdo a la barbacoa extratiernas

1 Kg de costillas de cerdo, cuanto mejores mejor, claro
Sal y pimienta
Ketchup
Salsa BBQ (la que te guste)
Vinagre
Hierbas al gusto.

Se salpimentan las costillas y se ponen en la olla superrápida con dos dedos de agua. No interesa que se mojen, con lo que si tienes una plataforma apta para la olla, usala. Como solo hay agua, cocer las costillas en ella no aporta nada, le quita sabor a la costilla. La idea es que se hagan con el vapor que se genera y con su propio agua. Si no tienes la plataforma, la primera capa de costillas perdera saborcito, pero bueno, luego salsea más y apañado.Cierra la olla y al fuego, contando 20 minutos desde que silbe. Libera la presión con cuidado y abre la olla. Las costillas estarán ya perfectas de punto para comerlas, pero sosas. Asi que salpimenta de nuevo y untalas con una mezcla de ketchup, salsa BBQ, vinagre y hierbas. E imaginación, miel, mostaza, azucar....lo que te venga. Con ponerlas en el horno con grill unos minutos para que la salsa untada haga un poco de costra ya están. Una delicia. Coges del hueso, tiras un poco y sale todo, limpio.
El próximo objetivo es rehacerlas y usar su carne para un bocata de fantasía...ya os contaré.

martes, 10 de diciembre de 2013

Largo paseo con fin en Lamucca

Otra que tenia en el tintero desde el verano...Por que no las publiqué en ese momento si las tenía escritas? No se sabe...Y claro, he perdido las fotos...
Aqui va, tal y como la redacté en su momento:
Para una tarde-noche veraniega elegimos un plan que fracaso en su primera parte y triunfó en la segunda. La idea era pasar a ver la exposición de Dalí por el Reina Sofía y luego cenar por aquella zona. Fue una tarde realmente calurosa. Fuimos de paseo por la sombra desde Cibeles hasta el museo. Parecía que la cosa estaba tranquila para ser las 19:30 pero al doblar la esquina…buffff…tremenda fila!!!! Ahí teníamos como para una hora. Con la que estaba cayendo. No queríamos quedar como esos famosos relojes derretidos del pintor, así que nos fuimos a dar una vuelta larga hasta Chueca. Para cuando llegó la hora de la reserva, las 21:30, estábamos derrotados de andar.
La cena era en “Lamucca”, en la calle del Prado 16, Madrid. El local, que hace chaflán, es amplio, con las mesas razonablemente separadas y un servicio bastante efectivo. Como me conozco y después del largo paseo de la tarde iba seco, media horita antes me engullí una latita de coca cola para evitar llegar a la cena queriendo beberme hasta el agua de los floreros. Apaciguado en ese aspecto, pedimos la comida. Optamos como entrante por un sencillo pan con tomate, que por dos euros y medios ofrece un par de barritas de pan multicereales, abiertas a la mitad y tostadas, con un buen tomate rallado y medio ajo para untar. Muy rico, y apetecía ese tomate fresquito.

Íbamos a pedirnos también media de nachos picantes, pero el camarero nos dijo que, con el resto que teníamos pensado pedir íbamos servidos. Le hicimos caso y acertamos. Seguimos con unos espagueti con albóndigas marroquíes, plato especiado pero fresco, con una salsa con tomates aun visibles y unas hojas de albahaca.

Y una pizza de pulpo, opción rara. De nuevo acertado el consejo del camarero: una pizza entera de pulpo se os va a hacer un poco larga, mejor pedid mitad de pulpo y mitad de otra cosa. La otra mitad fue de morcilla con manzana. Muy ricas ambas partes, pero creo que mejor la de pulpo, por diferente, sabrosa (la foto, porque no quedara muy sosa la entrada, es de la propia página de Lamucca).


Con las cervezas y demás no llego a los 20 por persona, bastante razonable y con algunas cositas para copiar en casa: la presentación de los panes con tomate, esa salsa para la pasta con los tomates enteros y la pizza de pulpo.