lunes, 4 de abril de 2011

Me encanta que los planes salgan bien.

Esta frase no está al alcance de todos los públicos, aunque las reposiciones hacen mucho y entonces muchos la reconoceréis. Eran las palabras de John “Hannibal” Smith, del Equipo A, cuando las cosas salían justo como él quería. A veces sin parecer muy planeado, la verdad. Y así salió nuestra escapada de sábado.
La tarde en Madrid se prestaba al paseo. Ni frío ni calor, ratitos de sol, pero en general nublado. Vuelta por la zona de Chueca, llena hasta los topes de gente. Al llegar a Gran Vía nos dio por entrar en el edificio de Telefónica por curiosidad. Merece la pena…ves unas demos de Kinect, una casa domótica, una mesa-ordenador táctil…pasas un ratillo. Nos iba dando la hora del hambre y decidimos ir hacia un sitio que los cuñaos nos habían comentado, Doña Antonia, en la calle Huertas (Madrid). Llegamos prontito, hora de cenar un poco guiri, las 20:30, así que no sabemos si habitualmente es mejor reservar, ya que apenas estábamos otra mesa más y nosotros. Muy cuco el sitio, con plantas (artificiales, pero muy logradas) por aquí y por allá y mesas diferentes unas de otras, con sofás una, butacas otras, sillas altas…



Íbamos con idea de pedir de raciones pero la falta de una de ellas hizo que acabáramos picando (y que bien) con una de las hamburguesas, con rúcola, parmesano y una carne bastante jugosita y generosa en cantidad, con salsa de mostaza. La compartimos. Las otras dos raciones se quedaron pues como primeros. Unos rollitos crujientes de pato, con un chutney dulce con gran presencia de cardamomo, correctos, y unos trocitos de pollo al estragón rebozados con salsa de queso azul, que no pueden fallar. A quién no le gusta el pollo rebozado? :)




Con una cerveza doble y dos cocacolas, 18 por persona. Un precio muy estándar de la zona. Contentos con la cena, proseguimos el paseíto con idea de bajarla un poco. Y bajando huertas acabamos encontrándonos con la iglesia del Cristo de Medinaceli. Me sonaba de haber visto en la tele grandes colas para verlo en el día señalado (que no sé cuál es…inculto de mi…). Decidimos entrar a verla y, sorpresa!!! Un concierto de un coro de música sacra. Pues oye, pasamos ahí un rato curioso. Sonaban bien, muy bien, no hace justicia el vídeo.



Fin del concierto y paseo subiendo la Castellana en agradable compañía…Sábado noche gustoso!!!

3 comentarios:

  1. Y conociéndote, menos mal que era de noche, y ya habías cenado, porque enfrente de la Iglesia de Jesús de Medinaceli, está otra Taberna de la Daniela, y al mediodía COCIDO, pero por la noche ponen un Besuguito....

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  2. sí, qué bien salió todo para ser todo improvisado!!!
    Muy recomendable Doña Antonia para ir en pareja o con amigos ;-D
    L

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  3. un recorrido muy interesante y con unos platos ricos ricos. me voy a apuntar la ruta, jeje.
    besazos

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