lunes, 4 de octubre de 2010

Asturias 2010 (I)

Una vez al año, más o menos, nos juntamos unos ya viejos amigos que nos conocimos trabajando en Alcatel. ¿El objetivo? Fin de semana de andar por el campo, comer como animales y bebernos hasta el agua de los floreros. Simples pero importantes excusas para aprovechar y vernos, al menos, esa vez al año.

Este año el destino elegido ha sido la Ruta del Cares. El centro de operaciones se situó en Las Arenas de Cabrales, a sólo seis kilómetros del inicio de la ruta camino hacia Caín (seis kilómetros en los que me maree como un pato en una lavadora…jodías curvas!!!).

Pero vamos por partes. Primero viaje hasta allí desde Madrid. Optamos por la carretera de Burgos. Se nota que no hay pasta para acabar las cosas. Tropecientos tramos de carretera en obra a medio terminar, quedándonos en un solo carril. Coñazo. Como vas de charlita parece que se aguanta mejor, pero buffff….

Parada de avituallamiento en Aranda de Duero. Max, que se las sabe todas, nos llevó hasta la Bodega Cooperativa “Virgen de las Viñas” (Tel: 947 50 13) para comprar algo que yo desconocía: vino “bag in box”.Como su nombre indica, el vino viene en una bolsa de material plateado protector dentro de una caja, con un pequeño grifo dispensador. Un Ribera del Duero joven más que respetable a un precio imbatible, sobre los 9 euros los 5 litros!!

Segunda parada de avituallamiento media hora y tres tramos de obras más tarde. Cocacolas, cafés, tónicas y un bocatita de morcilla a media tarde, no fuera que el kilo de chuches que nos habíamos zampado en el coche no fuera suficiente. Y ya casi del tirón hasta Arenas de Cabrales, en el más que digno hotel Naranjo de Bulnes. Por 40 euros la noche una habitación limpia, muy correcta y con unas buenas vistas, como se ve en la foto.



Por no marear mucho la perdiz, a la media hora de haber llegado ya estábamos escanciando sidra, con más o menos fortuna. Qué caras de concentración!!!




Sirvió de calentamiento para la única comida inicialmente programada del viaje. Teníamos reserva en el restaurante “Cares”. La cena fue clara indicadora de la tendencia que seguiríamos el resto del viaje: entripada a saco. Pedir para cenar un plato de fabes con cabrito como primero no está al alcance de cualquiera, no os penséis. Unas fabes tiernas, una carne que igualmente se deshacía y se separaba del hueso con facilidad. Algo suaves, ganaron al añadirles una pizca más de sal.



Mientras, los que no se atrevieron con un inicio tan potente disfrutaron de un variado de croquetas de jamón, cabrales y marisco y de una tablita de quesos de la zona.





De primeros también se vieron unos jugosos fideos con almejas. A los segundos triunfaron las carnes. Un gran chuletón de ternera rosada, tierno y sabroso.



Unos cachopos deliciosos, con buen jamón y queso.



Algunos escalopines al cabrales y un salmón que debió estar bueno también.



Todo regado con un aceptable vino de la casa.Una buena cena a unos 25 euros por persona, con chupitos y café. Gran parte de lo pedido estaba incluido en los menús del día (y noche) del lugar. Muy recomendable. Bajamos un poco la entripada con unas copitas y a dormir, que al día siguiente nos tocaba caminata progresiva …

3 comentarios:

  1. La verdad que el plan suena genial, que envidia!!

    La vida es injusta, unos de entripada y otras a dieta!!! Buaaaa!!!

    Esperamos impacientes la segunda parte del viaje!

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  2. Que planes más buenos te montas. Esto es de lujo.

    Saludos

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  3. Que bien se come en Asturias! Ese cachopo me ha parecido pequeñito porque allí ponen unos pedazos de cachopos que parecen dignos de Pedro Picapiedra! Me encanta Asturias y que estilazo con la sidra, mon dieu!

    Besis!

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