martes, 2 de agosto de 2011

Buscando pinchos originales y terrazas...

Bastante sequía hemos tenido por aquí en cuanto a nuevas experiencias últimamente. Pocas cosas nuevas he cocinado o ninguna. Y los restaurantes, parados. Entre unas cosas y otras, así andamos. Pero ahora, inmersos en pleno verano, la actividad vuelve a bullir.
Buscando terracitas encontré un sitio que merece la pena probar. Y eso que en si la terracita es escasa, apenas 4 mesas.
El sitio es “Evboca”, en la calle Pradillo 4, Madrid. Está en una esquina de una plaza ajardinada que hace complicado verlo de pasada, pero ahí está. Llegamos muy pronto, un poco porque con estas cosas que se propagan de blog en blog nunca se sabe. Un día no lo conoce nadie, al siguiente no hay quien reserve o encuentre mesa. No hubo problema y estábamos a las 20:20 cómodamente (bueno, lo cómodo que se podía estar a la sombra a 35 grados) asentados en nuestras sillas. Desde fuera se ve al chef, Carlos moreno, trabajando. Cual de ellos es? El grandote, no hay confusión...:) . Ofrece tapas de diseño muy logradas, aunque parece que eso lo pelea un poco con la clientela de la zona. De hecho, la terraza de al lado, bar de siempre, estaba hasta arriba al solazo, y ésta, con muchas menos mesas, aún tardo en completarse. Casi mejor, pero el sitio merece mejor trato del barrio, claramente. A ver como le va con "los de siempre".:)
Nos pedimos seis de los pinchos que ofertaban, que van entre los 3,25 € y los 4,90 €, acompañándolos con mahous bien frías y cocacolas, dos de cada para las cuentas.
Empezamos con los pinchos de autor. El Cuba Libre de Foie de Quique Dacosta, una gelatina de ron y coca cola con crema de foie. Francamente rico. De los tamaños hay que hablar, ya que no destacan por su cantidad, sobre todo alguno de ellos. De este pueden probar razonablemente dos personas, ya que el foie es contundente.



Lo mismo puede decirse del ganador de la tarde, el Tigretostón (pincho ganador de concursos del Bar Los Zagales, en Valladolid) : parece un tigretón, el bollo de toda la vida, pero s un crujiente pan negro con morcilla, cebolla y queso…Una delicia de sabor y textura. Me habría comido uno entero…o dos, pero esta bien uno para compartir dos y probarlo con conocimiento.
Seguimos con el Botafumeiro, un gazpacho de pimientos de Piquillo con langostino y panceta. Éste es escaso a todas luces para dos. Un chupito con una brocheta con un langostino chiquitillo. Vale, está bueno, pero no me mereció la pena.



Otro cantar es el risotto ibérico, perfecto para probar dos, pleno de sabor, con las lascas de jamón crujientes. Muy bien.



Los chipirones sobre migas con chistorra muy correctos también, un par de ellos bien hermosos, con las migas de fondo.



Y una gozada el pincho Avarca, una ensaimada dulce caliente rellena de crema de sobrasada y queso de Mahón. Otro pincho de los de repetir, también válido para dos.



Con estos seis pinchos sales relativamente cenado si buscas una cena ligera y original. Salimos a 18 euros por persona con las bebidas. Merece la pena ir a probarlo…
Tienen por lo visto un menú por encargo, haciendo reserva, de tres pinchos por persona, un segundo, postre, café y vino por 30 euros que igual probamos algún día, pero de momento nos conformamos con recordar el Tigretostón y la ensaimada….Yum!!!!

1 comentario:

  1. Hola! Me encanta tu blog y lo sigo hace un tiempo, la pena es que me he mudado a Barcelona y ahora no puedo seguir tus recomendaciones...

    Conoces alguien de Barcelona que tenga un blog de este tipo? Tranquilo que el tuyo no dejaré de seguirlo ;D

    Gracias y saludos!

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