sábado, 6 de agosto de 2011

Grande!!! El Cenador de Salvador.

Lo cierto es que he andado toda la semana perjudicado de la tripa. No del estómago. La tripa, para mi, está un poco más abajo. Es una sensación de estar siempre en tu momento All Bran, pero unas veces si, otras no.No sé si me explico, pero seguro que mejor no dar detalles. Uno tiene lo que se merece. Ciertamente el domingo fue un día de excesos con paella carnívora en casa para comer y hamburguesa pampera, pohttp://www.blogger.com/img/blank.gifco hecha, del VIPS para cenar. Y los he pagado durante toda la semana.
Pero la cosa es que este jueves teníamos una reserva que había que disfrutar si o si. Un bono regalo de esas de Smart Box cortesía de una amiga (ella sabe quién es, infinitas gracias por el detalle) que si no espabilábamos se nos pasaba. Reserva para un menú degustación en “El Cenador de Salvador” (Moralzarzal, Madrid).
Con un calor importante y domando mis entrañas, muy concentrado, llegamos allí a las tres de la tarde. El sitio es realmente bonito. La casa, los jardines, los salones. Muy elegante.



Mientras tomaba la cervecita y las aceitunas del aperitivo pensaba en que sería un delicioso menú, que anunciaba unos aperitivos, un entrante, pescado, carne y postre, de pequeñas proporciones. Típicos pequeños y deliciosos platos. Pues no. Totalmente deliciosos pero nada minimalistas. Toda una prueba de fuego para un estómago tocado: calidad y cantidad.
Tras un poquito de pan con mantequilla, llego una bandejita con tres aperitivos: una croqueta de jamón cuadrada, muy rica, un vasito con ajoblanco con la almendra bien marcada en el sabor y un trocito de terrina de foie.



Tras ello, un buen plato hondo con salmorejo cordobés, con su huevo y su jamón picado. Nada fuerte, entraba de lujo fresquito con los calores que hacía. Algo más que el tomate, pan, ajo, agua, aceite y sal (la receta de casa) llevaba, aunque no sabría decir qué.
El pescado fue extraordinario. Directo al podio de los mejores que he comido. Un gran lomo de merluza al pil pil. Espectacular. El punto perfecto. Tan delicado que cada bocado parecía que iba a estar demasiado poco hecho pero no, siempre estaba al punto. Y con un pil pil sabroso, untuoso pero ligero a la vez. Una gozada de producto y una gozada de preparación. Un 10.



La carne, estando también excelente, no consiguió llegar tan alto. Un confit de pato tierno por dentro, con la piel bien crujiente, acompañada de manzanas a la vainilla. Conseguí acabármelo ya a duras penas.



De postre, junto con unas mignardises variadas, un coulant de chocolate perfectamente orquestado, con el corazón bien liquido, con helado de vainilla.



Tomé el café con cierto miedo y cierto alivio. La panza parecía aguantar, pero no sabía si era la calma precedente a la tempestad…Parece que la cosa ha ido bien y aquí sigo…:)



Así pues, un sitio altamente recomendable. De precios, pues no se sabe. Gracias de nuevo a la regaladora!!!!

1 comentario:

  1. Desde hace muchos años es uno de mis favoritos, me extraña no habértelo comentado. Aunque la actual crisis nos cohíbe.

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