Reconozco que
tengo ciertas reticencias a los restaurantes que salen en las revistas de moda.
Alguna experiencia ha habido ya de sitios mucho más bonitos que alimenticios.
Obviamente si el envoltorio está bien, mejor que mejor, pero a mi lo que me
llama es la zampa del lugar.
Un poco en este
plan llegue a Mr Frank, en la calle Jovellanos 6, Madrid. El sitio ciertamente
es bonito, sencillo pero elegante, muy recogido. Usan palés de madera en la decoración,
cada silla es de su padre y de su madre, pero todo conjunta muy bien. El
envoltorio cumple.
Pues lo cierto es
que la comida también cumple muy bien. Nos pedimos un par de entrantes para
compartir. Primero la ensaladilla gallega. Muy curiosa: una ensaladilla a la
que el sabor principal se lo aportaba un toque de pimentón. La idea es buena y
la repetimos en casa, pero es necesario que la ensaladilla no sea fuerte de
sabor, nada de pepinillos en vinagre y poca sal. A la que nos sirvieron yo le habría
añadido unas escamitas de sal, pero ya va en gusto.
Seguimos con un
ceviche de corvina bastante digno y engañoso de tamaño, parece no muy grande
pero la copa llena!!
De segundos ambos
optamos por pescado. Para Laura el salmón con mostaza y miel, en su punto.
Y para mí un
delicioso bacalao confitado en aceite con un puré de patata con tinta de
calamar y confitura de tomate, realmente triunfador.
Fino el sitio y
muy asequible el precio, sobre los 25 por persona. Bueno, bonito y barato, esta
vez cumplió la revista.
Prueba
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