lunes, 5 de marzo de 2012

Diverxo: que nos quiten lo bailao.

Que nos quiten lo “bailao”…Nunca esta frase ha tenido más sentido. Inmersos como estamos en una situación complicada, de vez en cuando los caprichos te hacen libre. Apoyados por la Lotería de Navidad, que tuvo a bien premiarnos con una pedrea y con un poco de ahorrillos, Laura me sorprendió con el que ya es oficialmente mi restaurante favorito. Hemos vuelto a “Diverxo”, cuatro años y dos estrellas Michelín después. Todo perdura de aquel restaurante que nos enamoró en 2008. Iba un poco con la duda de si serían capaces de alcanzar el nivel de sorpresa y satisfacción de la vez anterior. No tengo la menor duda de que lo consiguieron. Platos sorprendentes, cada cual más delicioso. Tuve que esforzarme para elegir el menos bueno de los 14 que desfilaron ante nosotros.


Quizás han cambiado la política de no permitir hacer fotos a los platos, quizás no. Yo ni pregunté, decidiendo disfrutar plenamente de la experiencia y luego tratar de evocarla al recibir el mail con los detalles del menú. Fue éste, el Menu Diverxo de Marzo de 2012:

Edamame con salsa de ají amarillo.
Mejillón tigre estilo Diverxo.
Sopa agria de rabo de toro, anguila ahumada y fideos del mar. Sándwich crujiente de rabo de toro y angulas.
Posticker Shanghai de capón, su caldo emulsionado, carabinero y shitake.
Mollete chino de trompetas a la crema y piel de leche, tomate kumato cherry y cecina de buey ahumada.
Cocotxa Sichuan con lenguas de pato y aguacate.
Ventresca tibia de bonito, asada en brasas de sarmiento, huevo frito, ali oli de ajo negro y salsa de kimchee.
Canapé invertido pekinés.
Espárragos blancos a la mantequilla negra, con emulsión de leche de oveja y salmonete.
Chipirón de potera cocinado a la llama directa del wok, salsa agridulce de verduras asadas, trufa negra y noodles rotos.
Rape chifa versión glaseado express.
Civet de bacalao negro al jabalí.
Estofado express de costilla de buey, albahaca tailandesa, tamarindo y grasa de buey sin grasa.
Galanga, leche merengada de coco, alga nori y naranja sanguina.
Chocolate blanco con manzana verde, apio y aceituna negra.
Violetas, nueces de pecán, sésamo blanco y haba tonka.

Como veis, nada muy habitual, todo sabores, preparaciones y productos diferentes. Sólo un plato conservan del menú de 2008, el mejillón tigre. Bueno, también el Edamame que te acompaña durante los primeros platos, esta vez complementado de una crema de jabugo con unas cortezas de arroz y un aromático té. El resto, todo novedad.
Si tuviera que quedarme con cinco cartas para el póker, serían el posticker, con la combinación de mar y montaña exquisita, el mollete de trompetas de la muerte, toda una explosión de sabor y jugosidad, la ventresca, con el aroma de las brasa, los espárragos, un plato peculiar con el salmonete acompañando, el rape, con ese glaseado que yummmmmm…
Una confirmación del que para mi es el mejor restaurante en el que he estado…por segunda vez.

4 comentarios:

  1. Vale, calidad y servicio bien, ¿y el precio? Es que quizás con la próxima pedrea que me toque voy... ;-).
    Bromas aparte, si Pachi dice que el mejor, habrá que probarlo.

    ResponderEliminar
  2. Digamos que te tiene que tocar algo mas de dos pedreas...:)

    ResponderEliminar
  3. pero de verdad merece la pena hacer un esfuerzo porque es de los pocos que vale lo que pagas.

    ResponderEliminar
  4. Yo he ido dos veces y volvere. Vale lo que cuesta, el problema es que vale muchisimo... Pero de verdad que es puro arte y espectaculo.
    Si os gusta la gastronomia, empezad a ahorrar !!!

    ResponderEliminar