Arrancando bien 2014: Seis50

Antes de nada, desearos un muy feliz y provechoso 2014. La entrada no ha sido mala al menos en términos gastronómicos, aunque si un poco pesada: se acumulan una tras otra las comilonas y la verdad es que llegas a Reyes ya bastante fatigado. Pero aun así, esa misma noche la aprovechamos para descubrir el primer restaurante de 2014.

Situado en la Plaza de la Fuente en La moraleja, “Seis50” (seiscincuenta) es un bonito restaurante con una relación calidad precio que nos sorprendió, y más aun si encima vas con el 30% del Club Kviar. El sitio además es muy bonito, con una zona acondicionada también para fumadores por si la necesitáis y una terracita que promete ser visitada cuando haga mejor tiempo.

Pedimos varios entrantes para compartir, aunque se nos fue un poco de las manos. Unos rollitos de salmón con queso crema y salsa tártara, con un salmón bastante sabroso y un pan de cristal hermoso, fino y ligeremente tostado, con su tomate, aceite y sal.

Unos crujientes de pollo con salsa de mostaza dulce. Sin mayor historia, aunque los sobrinos obviamente disfrutaron de ellos especialmente, que eso del pollo rebozado y frito triunfa siempre con los peques.

También pedimos unas berenjenas con salmorejo, presentadas en bastones. Plato que no falla, nunca sobra.

Y a última hora también pedimos también la ensaladilla del lugar. Realmente buena, muy bien de sabor y con los ingredientes picados finos (eso va en gustos, a mi me parece bien), con un trocito de ventresca como guinda. Para la hora de que veáis a cómo salió la cosa, pedimos dos raciones de cada uno de los entrantes.

De segundos hubo varias hamburguesas Nacionales, con queso manchego y huevo frito. Tenian realmente buena pinta y tamaño. Yo no las llegue a probar. Hubo quien después de tanto entrante se pidió la versión mini de la hamburguesa, que la tienen en la carta como entrantes, con huevo de codorniz en lugar de gallina y tamaño proporcional.

Otro de los platos repetidos fue el arroz meloso con parmesano, boletus y shiitake. Muy rico, con el arroz bien terminado, quizás un puntito más meloso estaría mejor, pero vamos, por ponerle alguna pega, que no sobró.

Para mi unos canelones rellenos de rabo de toro. Me apetecían realmente y con su gratinado y su bechamel triunfaron.

A lo lejos vi unas carrilleras y un atun en tataki, pero no tengo referencias aunque si foto del último.

Para la sobri también pedimos el arroz a la cubana de la carta…pues eso, arroz a la cubana. Es decir, hubo segundo para todos.

Apenas pedimos un par de postres por probarlos, un cheesecake servido en copa, rico y curioso, con una especie de crema de galleta por encima.

Y un banofee, postre con platano y dulce de leche, bomba demasiado dulce para mi gusto, de la que sobró lo de siempre: nada.

Con una botella de vino, alguna cervecita, refrescos, agua y algún café, salimos con el descuento a unos sorprendentes 18 euros por persona ( o sea, sin descuento nos habriamos ido por debajo de los 25 de todas formas). Que esos precios a nada que pidas te los cobran en un VIPs o un Hollywood y sinceramente la diferencia es importante. Un sitio muy recomendable, buen inicio para el 2014.