Esta receta, que
ya hemos repetido unas cuantas veces, es de esas cuya relación éxito-dificultad
es altamente favorable. De hecho, mal se te tiene que dar para liarla. La base
de todo es un curry japonés con manzana y miel de la marca Vermont. Yo lo
encuentro en el mercado de Chamartín, en La Tienda de Miya. Una vez que se
tiene, el resto va solo.
Guiso de curry
japonés de pollo (para unas 18 personas!!!)
Kilo y medio de
contramuslos deshuesados.
Un kilo de
patatas peladas y cortadas en daditos
Dos cebollas
grandes, al menos como pelotas de tenis.
Un paquete de
Curry como el de la foto, entero.
Arroz blanco
cocido.

Si leéis la receta del envase de curry las cantidades son menores, pero
está contrastado que acepta lo que pongo en la receta y queda perfecto de sabor.
Se trocea todo el pollo en trocitos cómodos de comer, hay que tener en cuenta
que es guiso de cuchara, así que chiquitito. Lo mismo con las patatas, en
daditos pequeños. Se pica la cebolla y se pone a pochar en un poco de aceite en
una cacerola grande, ha de caber todo. Cuando empiece a trasparentar, se añade
el pollo y las patatas. Se da unas vueltas hasta que al pollo se le quite el
color crudo y entonces se cubre de agua fría. Se deja cocer media horita a
fuego medio. En ese momento se añade el curry. Se disuelve bien, así que no
hace falta desmenuzar, solo dar unas vueltas de vez en cuando. Se deja cociendo
a fuego lento 15 minutos, se ve el punto cuando empieza a espesar. Y listo…servir
con un poco de arroz blanco. Pocas cosas tan ricas y tan fáciles…:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario